Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 03:42

La división de castas durante el dominio español en América

La división de castas durante el dominio español en América
Hace poco más de un siglo, en 1913, se estableció el día para la celebración de la unión entre España y los pueblos de América. El impulsor del Día de la Raza o Día de la Hispanidad, el político español Faustino Rodríguez-San Pedro, dijo que era un homenaje "a la intimidad espiritual existente entre la nación descubridora y civilizadora y las formadas en el suelo americano".

Pero durante tres siglos de Imperio Español en las "Indias" de América, lo que realmente gobernaba era una marcada y muy práctica división de clases sociales. La división se llamó sistema de castas y funcionó en los virreinatos y territorios de la corona española. "Es el orden con el que se gobiernan las Indias. Los españoles conquistadores no vienen a trabajar, vienen a que los indios y los negros trabajen para ellos", explica a BBC Mundo Federico Navarrete, doctor en Estudios Mesoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Con el descubrimiento de América en 1492 y en las décadas siguientes de colonización, comenzaron a marcarse tres grupos socialesbásicos: Blancos: españoles peninsulares o nacidos en América; Indios: habitantes originarios de América; y Negros: esclavos traídos de África.

La mezcla entre esos grupos dio lugar a las castas, una clasificación de las personas dado su linaje, quiénes eran sus progenitores y qué lugar ocupaban en la sociedad medieval de aquello siglos. Y de esa mezcla surgió una curiosa lista de 16 combinaciones básicas, aunque las mezclas posibles son innumerables. Otros peculiares nombres como calpamulato, coyote, cuarterón, genízaro, jarocho, tresalvo, zambo, entre muchos otros, hacían más grande la lista.

Nunca hubo una limitación a la mezcla y hasta esas fronteras entre un grupo y otro eran borrosas: "No era un sistema de clasificación sistemático. La verdad no era un sistema tan rígido", explica Navarrete. Y se podía manipular, pues era frecuente que se buscara que un hijo fuera registrado como blanco para que tuviera un estatus más alto para lo cual "se sobornaba al cura o se conseguían un padrino español", dice el investigador.

El uso de todas estas distinciones en realidad tiene que ver con un fin práctico, más allá de la concepción moderna de la raza que surgió hasta principios del siglo XIX. "Antes que nada es un sistema de dominación política y económica. No son prejuicios raciales, porque las castas no son razas, no hay que confundir eso", explica Navarrete. "Si recibían el apellido del padre blanco y los incorporaba a su familia, esos hijos contaban como blancos, independientemente de la ´raza´", añade el experto.

Los indígenas eran la gran base poblacional de América y por lo tanto eran la base del sistema económico, principalmente en el Virreinato de la Nueva España y el del Perú.

Los blancos ocupaban los puestos privilegiados de la estructura política y económica, mientras que los indios tenían que trabajar y pagar un tributo a la corona. Los esclavos solo vivían para trabajar.

La explotación de esa fuerza de trabajo era el principal objetivo de los colonizadores. Que una persona fuera de una casta u otra en realidad no añadía ni quitaba derechos, pues más bien la posición económica y social era la determinante. "Los mestizos estaban en posiciones intermedias: no tenían que pagar el tributo de los indios, ni eran esclavos como los negros, pero tampoco tenían los privilegios de los españoles", explica Navarrete (...).