Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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EL OJO DEL PUEBLO

¿Qué haremos con el agua de Misicuni?

¿Qué haremos con el agua de Misicuni?
En el decenio 73 – 83, se diseñó el Proyecto Múltiple Misicuni, el sueño de los cochabambinos, con muchas dificultades. Bolivia no tenía los 400 millones de dólares para construir las obras en la cordillera, la central hidroeléctrica, del área de riego y redes de agua para beber. Lo más complicado era que no había financiadores, por eso se recurrió a la cooperación, y ahí apareció Italia, no era la mejor opción, pero aseguró la construcción del túnel de 19.5 kilómetros.

Se dividió la obra en dos etapas, la primera para aprovechar aguas de los ríos Titiri y Serkheta, y la segunda para trasvasar agua de los ríos Putucuni y Vizcachas.

Después de grandes dificultades económicas, financieras, técnicas y “políticas”, finalmente, aun sin concluir las obras en la cordillera, como cálculo político se almacenó una quinta parte del volumen total (180 millones de metros cúbicos), y el mes de septiembre del año 2017 se empezó a entregar un 40 por ciento del agua destinada a Semapa y generar energía en pequeña cantidad, no más de 25 por ciento , al área de riego cero.

Al presente, reitero, sin concluirse las obras, se han utilizado 440 millones de dólares, y el avance resulta ser de no más del 40 por ciento , eso significa que para concluir el diseño del 83 faltan otros 450 millones de dólares, y el plazo será de otros 10 años (2027)

Esta primera etapa nos proporcionará 3.000 litros por segundo. Se podrá generar una energía de 80 megawatts, luego entregar 2.000 litros/segundo a los municipios de la región metropolitana, y 1.000 litros/segundo para regar las tierras del valle Central y Bajo.

Hoy, al cabo de 55 años, observamos con pesimismo que la demora en la construcción de las obras aún no permite que la población disfrute el agua. Por una parte, en Semapa, en 2018 (marzo), cuando tenga concluida la ampliación de la planta de tratamiento, recibirá solo 700 litros/segundo, porque están construidos las aducciones para conducir el agua potable.

Finalmente, no está resuelta la ampliación, mejoramiento y cambio de las redes de agua y alcantarillado, ni las diez plantas de tratamiento de aguas residuales. La pregunta queda por responder a las autoridades del sector, a ministros, Gobernador y Alcaldes: ¿Qué haremos con el agua de Misicuni? ¿Será posible que tengamos que echar las aguas que salen de la central (2.300 litros/segundo) a la quebrada de Jove Rancho, luego de haber invertido más de 400 millones de dólares?