El reloj de flores de Cala Cala dejó de marcar la hora en el norte de Cochabamba, ayer a las 05:25 de la madrugada. Los visitantes que llegaron a las 9 de la mañana, para tomarse unas fotografías, se sorprendieron cuando vieron que las manecillas ya no se movían.

Este diario alertó de lo sucedido en su página de Fecebook Opinion.com.bo y funcionarios municipales llegaron rápidamente para ver qué había ocurrido. Un técnico que fue capacitado por la fábrica Olivera de México, en cuanto al mantenimiento y reparación de la maquinaria interna, verificó que no había ninguna falla mecánica y constató que el problema estaba en las mismas manecillas, cuyas puntas fueron dobladas.

El director de las Subalcaldías de Cochabamba, Antonio Ferrufino, recalcó que el reloj no sufrió una falla mecánica o de fábrica, sino un “atentado”.

“La información que tenemos, fruto de la inspección realizada, es que personas que no respetaron la baranda de protección ingresaron hasta el centro mismo del reloj y, sospechamos que se sentaron sobre las manecillas, pero no en la parte del rotor, sino en las puntas, doblándolas de forma maliciosa”.

Según Ferrufino, no fueron turistas o lugareños que se tomaron una foto sentados en las manecillas, sino personas que doblaron las puntas adrede, de madrugada, para luego postear en Facebook comentarios contra la gestión municipal. Las manecillas son muy sensibles en el sistema y deben mantener en ángulo, como en cualquier reloj. Para evitar que esto vuelva a ocurrir, “se ha determinado que se destinarán dos guardias municipales para vigilar la plaza en doble turno, además de que instalaremos una cámara, porque, lamentablemente, no tenemos la cultura de cuidar lo que es de todos”, sostuvo Ferrufino. El reloj volvió a funcionar a las 9:30, luego de que las manecillas fueron enderezadas.

Emplazado a 45 grados en la plaza de Cala Cala, el reloj de flores fue inaugurado el 25 de septiembre. Tiene cinco metros de diámetro, es de acero inoxidable y demandó una inversión de 1 millón 250 mil bolivianos. Muchas personas criticaron en las redes sociales que se invierta ese monto en ornato público, cuando existen varias necesidades básicas en la Llajta, pero otras aplaudieron la obra y ayer rechazaron que “gente dañina lastime a su propia tierra”.