Andrea Pirlo se entregó al único enemigo invencible: el paso del tiempo. A los 38 años, y agobiado por los problemas físicos que vivió en los últimos meses, el futbolista italiano anunció su retiro, en diciembre.

Según confirmó, completará el semestre con su actual equipo, New York City de la Major League Soccer, y regresará a Italia. Eso sí, no lo hará como futbolista. ¿Qué hará? Aún es incierto, aunque es posible que se sume al equipo de trabajo de Milán o de Juventus, los clubes en los que más brilló.

“Sabes por ti mismo cuándo llega el momento de decir adiós. Te das cuenta de que llegó el adiós. Cada día tienes problemas físicos, no puedes entrenar como quieres porque siempre te pasa algo. A mi edad, eso es suficiente. No puedo seguir hasta los 50. Haré otra cosa”, reveló Pirlo, en una entrevista con Gazzetta dello Sport, en la que también aseguró que en diciembre volverá a Italia.

“Casi todos mis excompañeros se han convertido en técnicos. ¿Si yo lo pienso? No porque hayas sido un buen jugador debes ser bueno entrenando equipos. Tienes que estar preparado”.

Su carrera está marcada por el éxito. Pirlo jugó en cuatro clubes italianos antes de la MLS: Brescia, Inter, Milán y Juventus. Cosechó seis Scudettos, tres Supercopas, dos Copa Italia, dos Champions League, dos Supercopas de Europa y un Mundial de Clubes (con el Rossoneri). Además, con la selección de su país, ganó el Mundial Alemania 2006.

El tiempo lo venció, pero son de esas derrotas que tienen sabor a victorias. Se va como una leyenda.