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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Cuenta regresiva para el mercurio

Cuenta regresiva para el mercurio
"La gente en todo el mundo está siendo envenenada y es hora de que esto se detenga”, expresó Erik Solheim, director ejecutivo de ONU Medio Ambiente, en la primera cumbre del Convenio de Minamata que se realizó la pasada semana en Ginebra.

Más de 160 países se comprometieron a enfrentar una de las mayores amenazas químicas a la salud durante la primera Conferencia de las Partes del Convenio de Minamata, que entró en vigor en agosto pasado con el objetivo de erradicar la explotación y el uso de mercurio para 2020.

Muchos países prometieron apoyo político y financiero para ayudar a reducir y eliminar este metal pesado que afecta a la salud de millones de personas en todo el mundo. El mercurio es un producto químico que se transporta a larga distancia en la atmósfera, persiste en el medio ambiente tras su introducción, se bioacumula en los ecosistemas y produce importantes efectos adversos para la salud humana.

La ONU tiene claro que para abordar el problema del mercurio, las soluciones debían integrarse en las estrategias de salud pública y medioambiental a todos los niveles e incorporadas en una agenda de control de la contaminación más amplia.

Las partes en el Convenio de Minamata sobre Mercurio comenzarán a aplicar el nuevo tratado global, que incluye la prohibición de nuevas minas de mercurio y la eliminación de las existentes, regulando su uso en la minería artesanal y en pequeña escala del oro; regulando ciertos procesos industriales y la producción de artículos cotidianos como lámparas fluorescentes compactas, baterías y empastes de dientes; así como controlando las emisiones del mercurio derivado de una amplia gama de sectores industriales, incluida la quema de carbón.

El último informe de la ONU confirma que la minería aurífera artesanal y de pequeña escala es la mayor fuente de emisiones de mercurio (principalmente en África, Asia y América Latina), seguido por la quema de carbón. Los principales usos del mercurio continúan en la minería de oro artesanal y de pequeña escala, y en la producción de cloruro de vinilo monómero, siendo estas dos aplicaciones responsables de más de 60 por ciento de la demanda mundial de mercurio.

La minería aurífera artesanal y a pequeña escala produce de 12 a 15 por ciento del oro del mundo y emplea a alrededor de 15 millones de personas, a menudo en zonas rurales remotas, incluyendo a entre 4 y 5 millones de mujeres y niños que no tienen conciencia de los riesgos del mercurio y alternativas más seguras.

Bolivia es el segundo mayor emisor de mercurio en Latinoamérica por minería de oro, representa el 47 por ciento . La región amazónica boliviana es sensible a la contaminación por mercurio. Estudios en la región revelan que las concentraciones de mercurio en peces superan los niveles recomendados como inocuos para la salud. Hay mucho por hacer en el tema. El trabajo recién comienza en el país.

El Convenio de Minamata lleva el nombre del más grave desastre de envenenamiento por mercurio registrado en la historia y que ocurrió en Minamata, Japón, en mayo de 1956. Luego de décadas de descarga de aguas residuales industriales en la Bahía de Minamata, los aldeanos que comían pescado y mariscos de la bahía sufrieron convulsiones, psicosis, pérdida de conciencia y coma. Miles de personas se intoxicaron con ese metal.