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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Una cita con la lectura en la Feria del Libro

Una cita con la lectura en la Feria del Libro
Para escribir bien se debe leer bastante. Este es un consejo que repiten, con bastante insistencia, quienes son ávidos lectores y caminan con el libro bajo el brazo, más aún en estos tiempos en los que la lectura está quedando relegada a un segundo plano.

Padres de familia, maestros, tutores y autoridades han advertido en los últimos años que la lectura ya no es una prioridad en la agenda de las nuevas generaciones, que prefieren consumir materiales audiovisuales y, en el mejor de los casos, leer textos escuetos.

La importancia de la lectura no radica solo en la posibilidad de escribir mejor, sino también porque es una herramienta que agiliza la inteligencia y permite acumular conocimientos.

Por estos motivos, es necesario recuperar el hábito diario de la lectura, pero no imponerla como una obligación a niños y jóvenes, sino convertirla en una actividad agradable, que les estimule su creatividad.

Y la Feria Internacional del Libro de Cochabamba, que se realiza desde el año 2007 en el departamento, es una buena ocasión para retomar el hábito de la lectura, conocer a noveles escritores y desempolvar las firmas de quienes gracias a sus escritos han logrado consolidarse en el arte de las letras, en el contexto nacional e internacional.

La Feria Internacional del Libro, en su XI versión, es una oportunidad para que el público lector encuentre títulos de escritores nacionales que se abren cancha en el contexto internacional.

Uno de los últimos ejemplos de la buena literatura que se produce en el país es el de la escritora Magela Baudoin, quien se hizo con la segunda edición del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, en noviembre de 2015, con su obra "La composición de la sal", que describe un "complejo universo", según una nota publicada por la agencia española EFE, el 27 de noviembre de ese mismo año.



Otra escritora boliviana destacada, la cruceña Liliana Colanzi, es una finalista de la IV edición del mismo premio de cuento, con la obra "Nuestro mundo muerto".

La Feria Internacional del Libro, que se inició el miércoles 4 de octubre en el Campo Ferial, se extenderá hasta el 15 del mismo mes. En esta versión, el tema central es la Revolución Nacional de 1952, que se engalana con la presencia de personajes como Carlos Mesa, Mariano Baptista, Robert Brockman y Pablo Michel, entre algunos.

Una tónica que se ha observado en las últimas versiones de este evento cultural en Cochabamba es la asistencia de decenas de familias, además de niños y jóvenes lectores con ganas de devorar las letras impresas en los diferentes títulos que presentan las editoriales.

Para facilitar el desplazamiento de los amantes de la lectura hasta el recinto ferial de Alalay, los organizadores han dispuesto de buses que transportarán a los interesados en forma gratuita hasta este sector.

Los buses, según una nota publicada en OPINIÓN el jueves 5 de octubre, partirán de la Plaza Colón, el Hupermall de la avenida Pando y de la avenida Aroma, esquina San Martín.

Hay, pues, buenas razones para aprovechar el tiempo libre con la familia e ir hasta Alalay con el fin de hojear y adquirir los libros de los diferentes autores, nacionales y extranjeros.

"Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros, hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros", señala parte de un artículo publicado por el escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), el 9 de octubre de 1985 en El País de España.

Así, el escritor argentino ratificaba la importancia de leer, porque la historia de la humanidad, parafraseando al mismo Borges, solo puede ser salvada por los libros, "que son la mejor memoria de nuestra especie".