Los padres de una adolescente de 13 años descubrieron que ella había hurtado 500 bolivianos del fondo familiar y reaccionaron incurriendo en un delito muy grave: la golpearon, la ataron con cuerdas para estrangularla y luego intentaron prenderle fuego. Los gritos de la víctima y de su hermano menor alertaron a los vecinos que intervinieron e impidieron un desenlace fatal.

El caso ocurrió en el barrio Molino Blanco del municipio de Sacaba, según informó ayer el vocero de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), teniente Javier Santivánez.

Un hombre de 43 años, que trabaja como chofer, y su esposa de 40 castigaron la falta de la menor cometiendo un delito. La golpiza que le propinaron la dejó con varias lesiones y un médico forense le otorgó 12 días de impedimento. Los padres también le ataron una cuerda alrededor del cuello para amenazarla con estrangularla, pero luego cambiaron de parecer y querían quemarle los pies y las manos. La pareja fue sometida a una audiencia cautelar y un juez determinó la detención preventiva de ambos en los penales de El Abra y San Sebastián mujeres.