Nueve “meseras y camareras de bares” del Trópico de Cochabamba dieron positivo a la prueba del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Aunque se identifican con esas actividades laborales, todas son trabajadoras sexuales clandestinas.

El Programa de VIH-SIDA del Servicio Departamental de Salud (SEDES) indicó que en ese sector del departamento los servicios sexuales dejaron de ofrecerse solo en los denominados “baldes rojos” (un recipiente que se cuelga al ingreso ciertos domicilios para indicar que es un lenocinio); ahora, la prostitución también se da en bares, rockolas, entre otros negocios que funcionan por el día. Generalmente, esas trabajadoras sexuales no se realizan exámenes sanitarios periódicamente, ni se protegen durante los actos coitales.

Ese es uno de los factores por los que, quizá, en lo que va de 2017, una decena de meretrices de Cochabamba dio positivo a la prueba de VIH, nueve son del Trópico. Cuando se confirma que las mujeres tienen el virus, se les prohíbe trabajar.

Llama la atención también que aún resta un trimestre para que culmine la gestión 2017 y el número de casos de VIH supera al registrado durante los 12 meses de 2016.

La gestión pasada, 404 personas resultaron transmitidas con el virus, pero, hasta septiembre de 2017 ya hay 426 portadores.

El responsable del programa de VIH-SIDA del SEDES, Cristian Gómez, estimó que la gestión cerrará con más de 500 casos.

ATENCIÓN El Programa de VIH-SIDA indicó que la gente que tiene el virus puede realizarse controles de carga viral en el hospital de Colcapirhua, donde la atención es normal y, según confirmó, hay reactivos. Ese examen sirve para medir la cantidad de virus que hay en cada milímetro de sangre.

Indicaron que, el objetivo del SEDES, es descentralizar ese servicio y llevarlo, principalmente, a zonas donde hay mayor incidencia de casos, por ejemplo el Trópico de Cochabamba.

Edades

Las personas con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) que se identificaron esta gestión tienen entre 15 y 35 años.