Un hombre fue sentenciado a 30 años de reclusión sin derecho a indulto, en el penal de El Abra, luego de ser hallado culpable de violar durante dos años a su nieta y de embarazarla. Un médico, el padre de la víctima, la abuela y un peón del chaco donde vivían, en Ivirgarzama, también fueron condenados a distintas penas por el delito de aborto y complicidad en el mismo.

La historia de la niña que se convirtió en víctima de la familia que debía cuidarla conmovió a las autoridades. Ocurrió en el trópico de Cochabamba, en el chaco de sus abuelos de crianza. Domingo Rojas Choque y Adelaida Veizaga Pérez criaron a Freddy, el sobrino de Adelaida, desde que era un niño. Ellos lo consideraban su hijo. Freddy Veizaga creció y tuvo hijas. La menor de ellas, Julia (nombre cambiado), fue enviada por Adelaida al chaco de su abuelo en Ivirgarzama a los 12 años y allí el hombre comenzó a violarla, hasta que la embarazó cuando cumplió los 14. Su abuela, Adelaida y el peón del chaco familiar Felipe Coyo Auca sabían de los vejámenes, pero callaron. Freddy Veizaga, el padre de la menor, se enteró que su hija estaba embarazada en junio de 2014.

Adelaida, preocupada porque Domingo y ella no habían tenido hijos y pensando que si la bebé nacía viva se convertiría en la heredera de los bienes, golpeó con un palo de escoba a Julia, en el vientre. La adolescente ya tenía 34 semanas de embarazo y la golpiza la hizo entrar en trabajo de parto. Su padre, Freddy Veizaga, contrató al médico Édgar Lucio Ovando Rojas para que le practicara un aborto. Sin embargo, la criatura de casi ocho meses de gestación nació viva. La menor contó que oyó estornudar a su hijita, pero el médico la metió en una bolsa negra, la asfixió y luego el padre y el peón la enterraron en el chaco.

El Tribunal de Sentencia de Ivirgarzama valoró las pruebas presentadas por la Fiscalía y los halló culpables a los cinco. Sentenció a 30 años de cárcel a Domingo Rojas Choque en El Abra, por violación a una menor con agravantes.

Condenó a seis años de reclusión en San Sebastián al médico Édgar Lucio Ovando Rojas por el delito de aborto, pese a que la niña nació viva y la Fiscalía pidió pena por asesinato.

El padre de Julia fue sentenciado a cuatro años de cárcel por complicidad en aborto. Adelaida Veizaga y Felipe Coyo Auca, a tres años de reclusión por complicidad en aborto. La adolescente víctima vive en otra ciudad del país, con familiares y recibe terapias para superar los traumas que le causaron.