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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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JEFFREY C. HALL, MICHAEL ROSBASH Y MICHAEL W. YOUNG FUERON LOS GALARDONADOS POR LA ACADEMIA SUECA POR SUS DESCUBRIMIENTOS SOBRE EL CICLO CIRCADIANO.

Estudios sobre el “reloj biológico” ganan Premio Nobel de Medicina

Estudios sobre el “reloj biológico” ganan Premio Nobel de Medicina



Tres científicos estadounidenses fueron los ganadores del Premio Nobel de Medicina de este año, por descubrir los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano, el "reloj biológico interno" por el que plantas, animales y humanos se adaptan a las rotaciones de la Tierra.

Las revelaciones de Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young se aplican por ejemplo al "jet lag" que producen los viajes transatlánticos y a la función clorofílica de las plantas y han convertido la biología circadiana en un amplio y rico campo de investigación con implicaciones para la salud y el bienestar.

Usando de modelo moscas de la fruta, aislaron un gen que controla el ritmo biológico diario y codifica una proteína que se acumula en las células de noche y se degrada de día, además de identificar otros componentes que afectan a su "reloj autosuficiente interno", explicó la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.

Los estadounidenses Seymour Benzer y Ronald Konopka demostraron en la década de 1970 que las mutaciones de un gen desconocido interrumpían ese ritmo en las moscas de la fruta.

Hall y Rosbash, en la Universidad Brandeis de Boston, y Young, en la Universidad Rockefeller de Nueva York, lograron aislar en 1984 ese gen y descubrieron la proteína que codifica y cómo sus niveles oscilan a lo largo del día en sincronía con el ritmo circadiano.

A través de un ciclo de retroalimentación inhibidor esa proteína podía evitar su síntesis y regular sus propios niveles en un ritmo cíclico y continuo, bloqueando la actividad del gen, según Hall y Rosbash.

Fue Young, en un estudio de 1994, quien descubrió un segundo gen que codifica otra proteína, que unida a la anterior podía entrar en el núcleo de la célula y bloquear la actividad del primer gen, cerrando así el ciclo.

Estudios posteriores de los galardonados y otros científicos permitieron descubrir más componentes moleculares para explicar la estabilidad y las funciones del "reloj biológico".

Es decir, a través de sus extensas investigaciones, los científicos identificaron al detalle los procesos bioquímicos que “ajustan” el reloj biológico, identificando los genes y las proteínas que se activan e inhiben a lo largo del día para regular la actividad cíclica de los seres vivos.

La manifestación más básica del ciclo circadiano es el sueño/vigilia, pero también está vinculado a procesos metabólicos y ciclos de energía.

A pesar de los profundos avances, que están sirviendo para innumerables investigaciones paralelas, aún no se sabe mucho sobre el efecto más básico de los genes sobre el reloj genético: el sueño.

"El propósito del sueño es algo que sigue siendo bastante misterioso", señaló Young.

"Aunque no sabemos para qué sirve, sabemos que es importante", agregó.

Su trabajo, hecho durante décadas, ayuda a explicar cómo la vida se adapta al ciclo de 24 horas del día y también cómo las enfermedades como el cáncer surgen en las células.

Alegría

“La llamada de esta mañana (ayer) a las 05.10 destruyó mis ritmos circadianos despertándome", bromeó Rosbash.