Es que Benjamin Hoskins Paddock fue un ladrón de bancos en serie que terminó en la lista de los más buscados por el FBI desde 1969, cuando escapó de una prisión federal en Texas mientras cumplía una sentencia de 20 años, hasta 1978, cuando fue arrestado.

Y cuando lo encontraron, fue en un lugar que lo también lo unió a su hijo: fue afuera de una sala de bingo de Oregon. Padre e hijo compartieron la pasión por el juego.

Dentro del perfil que el FBI había hecho de Paddock padre se decía que fue sentenciado por robo de bancos e incendio de automóviles entre otros delitos. El perfil incluía datos reveladores que también lo conectan con su hijo: "es un psicópata que lleva armas de fuego, es peligroso y ha tenido tendencias suicidas".

Durante el festival de música country Route 91, celebrado en las inmediaciones del hotel Mandalay Bay Casino, Stephen Craig Paddock abrió fuego contra la multitud que asistía al concierto desde el piso 32 del establecimiento. Según testigos presenciales, el tiroteo duró entre 10 y 15 minutos, casi sin interrupción.

El tiroteo ha dejado al menos 58 muertos y 515 heridos, el propio agresor se suicidó. El grupo terrorista del Estado Islámico ha reivindicado la autoría del ataque.

Actualmente, las autoridades se encuentran buscando a Marilou Danley, la mujer que acompañaba al tirador, para interrogarla sobre su posible relación con el ataque.

El aeropuerto McCarran anunció a través de su cuenta de Twitter que los vuelos desde y con destino a Las Vegas habían sido cancelados debido a la actividad policial. Posteriormente, la actividad de vuelos limitada se ha reanudado.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha ofrecido sus "más calurosas condolencias y simpatías a las víctimas y familias del terrible tiroteo de Las Vegas".