El niño que fue mordido por “Pantuque”, un perro de raza Shar Pei, hace más de 50 días en La Paz vive asustado y con miedo. Su padre, Ramiro C., denunció que ahora el pequeño se esconde tras la espalda de sus progenitores cada vez que ve un can.

El infante de 11 años, tiene una cicatriz considerable, que le dejaron las 23 puntadas que le tuvieron que realizar para cerrar la herida, producto de la mordida.

"Ya está mejor pero tiene miedo, fobia a los animalitos. Vive asustado. Ve a un perro y se oculta detrás de mi espalda y me aprieta la mano", comenta Ramiro C, quien además relata que su retoño se recuperó físicamente, pero que las secuelas psicológicas aún no han sido superadas. Por esa razón es atendido en el Centro Terapéutico Municipal de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de La Paz.

El niño no fue la única víctima de Pantuque, ya que su madre, en menos de un mes, también fue atacada, supuestamente de manera intencionada.