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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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ABAJO Y A LA IZQUIERDA

18 abogados y un perro

18 abogados y un perro
Hoy, 28 de septiembre, Día Internacional por la Despenalización del Aborto en América Latina y El Caribe, 18 abogados, un perro, una madre y un niño coparon las noticias a nivel nacional e internacional.

Hace años escuché a un amigo periodista decir que no es noticia que un perro muerda a un hombre; pero sí lo es que un hombre muerda a un perro. Y más o menos así es la historia de Pantuque.

Lo insólito acá no es, obviamente, que el perro mordiera al niño y a la madre de este que acudió a protegerlo. No nos confundamos, tampoco es foco de atención la decisión judicial de sacrificarlo frente a la responsabilidad de los propietarios ni la defensa, que considero muy legítima, de la vida de este. Lo verdaderamente extraordinario es que este cuente con 18 profesionales comprometidos y dispuestos a luchar por salvarle la vida, y es esto lo que se destaca en todos los medios nacionales e internacionales a los que ha llegado la inusitada historia.

Sin ir lejos, lectoras y lectores, entre los principales problemas en el sector salud en Bolivia se encuentra la mortalidad materna, el embarazo adolescente y el aborto. Estimándose que se practican 186 abortos ilegalmente cada día, y que la mitad de los casos que llegan a los hospitales como abortos incompletos son provocados. Eso no es noticia. Y tampoco tenemos 18 profesionales preocupados por defender esas causas, esas vidas... ¿Ve la diferencia?

Así que le pongo este otro dato. Cada tres días se comete un feminicidio y sabemos que cotidianamente cientos de niños, niñas y mujeres son víctimas de violencia. Tal vez por lo frecuente, esto ya ha dejado de ser noticia, aunque los medios nos informen todavía de ello. En todo caso, coincidirán conmigo en que ya se nos ha hecho tan cotidiano, como que un perro muerda a un hombre.

Reitero que no estoy en contra de la defensa de Pantuque, pero no puedo dejar de desear que un día, ojalá, la vida de cualquiera de nuestros semejantes valga tanto para nosotros como la del animalito.

¿Qué debe pasar para que salgamos de la inercia? ¿Qué estamos haciendo mal?