En Cochabamba hay 3.114 privados de libertad que viven hacinados en seis recintos penitenciarios y una carceleta. El 70 por ciento se encuentra con detención preventiva. El apoyo para su reinserción a la sociedad es casi nulo. Así lo hicieron conocer sus delegados y ayer más que nunca, en su día, pidieron la atención a sus demandas.

El 24 de septiembre se recuerda el Día del Privado de Libertad, en conmemoración a la Virgen de La Merced, la patrona de las personas que viven tras las rejas. Desde la Dirección de Régimen Penitenciario hicieron conocer algunos planes y proyectos que se tienen para mejorar esta situación. También mostraron, en una Feria Informativa, los trabajos que realizan las diferentes instituciones en favor de ellos.

Según su directora, Tatiana Aguilar Andrade, existen dos proyectos contra el hacinamiento. El primero, que será en octubre, es la revisión de procesos en coordinación con el Tribunal de Justicia y Defensa Pública. También se continúa con el indulto, que ya alcanzó a 167 privados de libertad, y las amnistías que ya van 11.

El segundo plan está enfocado a la ampliación de un nuevo bloque en El Abra, que ya tiene un 50 por ciento de avance, y la construcción de un complejo penitenciario en Arani, que todavía sigue en proyecto.

Para Aguilar, la idea no es construir cárceles, sino lograr la reinserción a la sociedad. Para lograr esto, se tienen al menos 15 diferentes cursos a los que pueden optar los privados de libertad. Se sumarán las ramas técnicas en coordinación con el Instituto Técnico de Sacaba.

“Queremos trabajar con empresas e instituciones para que estas personas capacitadas pueden tener espacios de reinserción. Son parte de la sociedad y es un deber ayudarlos”, dijo.