SERENDIPIA
Improvisación en el trabajo
22 de septiembre de 2017 (19:27 h.)
Desde el surgimiento de los oficios, estos vinieron acompañados de algún entrenamiento para el desempeño de los mismos. Los talleres artesanales tenían maestros de oficio que impartían sus enseñanzas a aprendices. Para ser carpintero, zapatero o pastelero, había que estar varios años bajo las enseñanzas del maestro, quien a su vez había recibido las enseñanzas de su padre o de su maestro, que le transmitía los secretos del oficio, resguardándolos hasta el momento de transmitirlos al discípulo elegido, y así sucesivamente.
La profesionalización en la modernidad multiplicó oficios y especialidades; y hacia fines de siglo demandó mayor especialización profesional; en todos los casos siempre acompañada de procesos de formación conceptual teórica y de habilidades específicas. En síntesis, cada hacer estaba unido a un entrenamiento o formación específico. Hoy muchos “haceres” son ejercidos sin ningún grado de entrenamiento o formación, agudizándose esa situación en países más pobres.
Me pregunto: ¿Uds. creen que los transportistas -por ejemplo- reciben algún tipo de entrenamiento para la prestación de servicios? ¿Acaso creen ustedes que los jóvenes choferes tienen algún tipo de entrenamiento en mecánica básica o han recibido alguna formación respecto a las normas de tránsito? O, en relación al personal que atiende en ventanillas, ¿ustedes creen que tuvieron algún maestro o algún entrenamiento para conocer los secretos de atender al público?
Y así como es necesario que un médico cirujano tenga las destrezas y los conocimientos para realizar una cirugía, de igual forma es necesario que una cajera, un recepcionista o el personal de limpieza de una entidad, o de cualquier prestador de servicios al público, conozca los protocolos necesarios para cumplir su tarea. No se asusten, no voy a referirme a los servidores públicos, a los que ofician de políticos, que, por supuesto, al igual que cualquier otra persona, debieran recibir algún entrenamiento, alguna formación, algunas capacidades mínimas para dirigir instituciones y servir a personas.
Lamentablemente, la respuesta es no a la pregunta, en todos los casos. Todos ofician en base a la experiencia, al ensayo y error, y a la acción puramente empírica y práctica. Los efectos y resultados saltan a la vista.
La profesionalización en la modernidad multiplicó oficios y especialidades; y hacia fines de siglo demandó mayor especialización profesional; en todos los casos siempre acompañada de procesos de formación conceptual teórica y de habilidades específicas. En síntesis, cada hacer estaba unido a un entrenamiento o formación específico. Hoy muchos “haceres” son ejercidos sin ningún grado de entrenamiento o formación, agudizándose esa situación en países más pobres.
Me pregunto: ¿Uds. creen que los transportistas -por ejemplo- reciben algún tipo de entrenamiento para la prestación de servicios? ¿Acaso creen ustedes que los jóvenes choferes tienen algún tipo de entrenamiento en mecánica básica o han recibido alguna formación respecto a las normas de tránsito? O, en relación al personal que atiende en ventanillas, ¿ustedes creen que tuvieron algún maestro o algún entrenamiento para conocer los secretos de atender al público?
Y así como es necesario que un médico cirujano tenga las destrezas y los conocimientos para realizar una cirugía, de igual forma es necesario que una cajera, un recepcionista o el personal de limpieza de una entidad, o de cualquier prestador de servicios al público, conozca los protocolos necesarios para cumplir su tarea. No se asusten, no voy a referirme a los servidores públicos, a los que ofician de políticos, que, por supuesto, al igual que cualquier otra persona, debieran recibir algún entrenamiento, alguna formación, algunas capacidades mínimas para dirigir instituciones y servir a personas.
Lamentablemente, la respuesta es no a la pregunta, en todos los casos. Todos ofician en base a la experiencia, al ensayo y error, y a la acción puramente empírica y práctica. Los efectos y resultados saltan a la vista.