Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 07:25

LOS NUEVE BOLIVIANOS FUERON RECIBIDOS AYER EN PALACIO DE GOBIERNO POR AUTORIDADES NACIONALES Y EN MEDIO DE UNA GRAN EXPECTIVA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

Luz, cámara y acción: Algo de lo que se vio en el recibimiento de los 9 en Palacio

Luz, cámara y acción: Algo de lo que se vio en el recibimiento de los 9 en Palacio


Ante la atenta mirada de los medios de comunicación, que en algún momento casi igualó en número de espectadores que llegaron hasta el lugar, los nueve bolivianos (dos militares y siete funcionarios de la Aduana Nacional) arribaron a Palacio de Gobierno a las 17:15 del miércoles.

Su popularidad hizo que más de un curioso los reconociera y cual si se tratase de la premier de una película, los compatriotas descendieron del bus que los condujo a la Sede de Gobierno desde la localidad fronteriza de Pisiga. 

Cargando las condenas de la justicia chilena en sus espaldas, el capitán Alex Johnny Carvajal Uchani y el suboficial Carlos Calle Soliz junto a los funcionarios aduaneros: David Quenallata Laurel, Karl Luis Guachalla Rada, Juan José Tórrez Gonzales, Ediberto Raúl Flores Mamani, Arsenio Choque Gonzales, Brian Leandro Quenallata Méndez y Diego Guzmán Vásquez saludaron a la gente e ingresaron con rapidez ante la lluvia de “flashes” de las cámaras que se mimetizaban con algunos gritos.

“¡Abajo Chile! ¡Cierren las fronteras!”, se escuchaba mientras los periodistas se daban modos para ingresar al Palacio tras más de dos horas de espera. Una vez adentro, la paciencia tuvo otra prueba de una hora puesto que "los nueve", como los conocen popularmente, fueron conducidos inmediatamente ante la presencia del Presidente.

Y es que Morales y parte de su gabinete tuvieron una reunión previa en la que los nueve bolivianos contaron parte de su experiencia o al menos eso fue lo que pareció ante la prensa que, como siempre, tuvo la oportunidad de asistir por escasos minutos a ese tipo de encuentros. 

Mientras las cámaras de televisión enfocaban y tomaban las imágenes, el capitán Carvajal Uchani hablaba de las peripecias por las que pasaron y lo orgullosos que se sentían por haber cumplido con su deber. 

Los minutos pasaban y todos los asistentes al acto mostraban su impaciencia por ver, de nuevo, a aquellos que permanecieron por 101 días privados de libertad en un país ajeno y a los que Evo Morales nombró “mártires de la reivindicación marítima” y cree que las autoridades les debe resarcir por los daños, aunque el Estado boliviano tuvo que pagar una multa de casi $us 50.000 para dar luz verde a su expulsión de Chile.

“Yo sé de su integridad, es una persona noble y honesta. El retorno de Karl es la alegría y emoción más grande que podemos tener después de tanto dolor y sufrimiento que hemos pasado durante más de tres meses”, indicó Karen Guachalla, hermana melliza de Karl.

La curiosidad de algunos periodistas hizo que se combatiera el aburrimiento con una pregunta ¿Por qué sólo había ocho sillas para los compatriotas si éstos eran nueve? La respuesta llegó rápidamente puesto que el capitán Carvajal asumió el rol de portavoz de los otros ocho y tomó su lugar junto al Presidente, el vicepresidente Álvaro García Linera y el presidente del Senado, José Alberto Gonzales. 

En su turno como orador, el militar no sólo dijo que sus compañeros se encuentran fortalecidos y "con toda la intención de continuar luchando contra el contrabando", sino que respondió a los políticos opositores que plantearon que, "tras que culmine el show", se desarrolle un proceso investigativo para esclarecer lo que realmente sucedió el día que fueron aprehendidos por carabineros de Chile.

“También me quiero referir a los malos bolivianos, perdonen que me exprese así, (ellos) sacan provecho de todo lo que pasa. Yo les digo perros del hortelano porque no hacen ni dejan hacer: tontos útiles que antes de estar en nuestros zapatos y sin pasar lo que hemos pasado nos ponen al paredón juzgándonos", manifestó ante los aplausos de los asistentes. 

Llegó la hora del Presidente que comenzó el discurso con "patada voladora" y con un desafiante "no le tenemos miedo a Chile" y esa expresión provocó otra lluvia de aplausos. Luego de una revisión histórica, como es característico en el Presidente, se reveló que la Cancillería chilena intentó resolver el tema de los nueve bolivianos detenidos, pero a su modo.

"Ellos dijeron que íbamos a resolver el problema, pero que bajáramos la voz (...) nunca vamos a callarnos", agregó.

Poco antes de finalizar su intervención, Morales "mandó a investigar a su abuela" ratificando su respuesta al planteamiento de los políticos opositores de investigar a los nueve detenidos.


"Quiero mandar un saludo a los buenos ciudadanos chilenos que supieron entender lo que estaba pasando, que nos dieron su apoyo y fortaleza en toda nuestra estadía allá. En el caso de gendarmes de Chile y funcionarios del hospital que, como les digo, nos brindaron su fraternal apoyo a nuestra causa", dijo.

Ante la pregunta de que si existió violencia, el militar fue claro al asegurar que no podía opinar sobre algo que no sufrió.

"Yo no sufrí ningún tipo de situación (de violencia) allá y por eso justamente estoy agradeciendo el trato justo que ellos (gendarmes) nos brindaron en todo momento", agregó.

Por su parte, el funcionario Quenallata reforzó las declaraciones del Capitán e identificó al Gobierno chileno como el principal artífice de su detención y le quitó responsabilidad al pueblo de Chile. 

"En Alto Hospicio hemos tenido buen trato de parte de gendarmería. No puedo juzgar a todo el pueblo chileno, sólo son algunas personas y autoridades que han jugado en contra nuestra y es por eso estamos tratando de superar eso", aseguró.

Tras el retorno de los compatriotas una serie de interrogantes comienzan a surgir, mismas que serán dilucidadas por los propios protagonistas que tardaron, pero que lograron salir del Palacio de Gobierno para continuar con sus vidas.