Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Calzados chinos y la producción nacional

Importación. Del total de la importación de calzados que realiza el país, el 43% proviene de China, seguido de Brasil con 41%, cifras por demás elevadas.<BR>
Calzados chinos y la producción nacional
Definitivamente el país está “invadido” de los productos chinos. Hasta los calzados que muchos bolivianos usan son producidos en la nación asiática. Según el último reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el 43 por ciento de las importaciones bolivianas de calzados es de ese país, convirtiéndose con ese porcentaje el mayor proveedor de zapatos extranjeros, seguido de Brasil que tiene una participación de 41 por ciento , Vietnam 6 por ciento , Indonesia 3 por ciento , Perú 2 por ciento , entre otros.

Por lo económico, los bolivianos aparentemente prefieren adquirir esos calzados que muchas veces duran muy poco tiempo y hasta, en algunos casos, huelen mal.

Pero esos calzados están en los mercados y en las tiendas al alcance de los bolivianos, quienes en lugar de priorizar lo económico deberían comenzar a valorar la producción nacional y optar por lo que manos bolivianas fabrican.

Lo nacional o boliviano no es malo, al contrario ha avanzado aceleradamente y ha comenzado a producir calzados con buen material que llegan a durar el doble de tiempo que los zapatos chinos.

La calidad nacional ha hecho que en los dos últimos años, por ejemplo, se exporte hasta 100 mil pares, generando, solo en 2016, 1.2 millones de dólares para la economía boliviana.

La producción de calzados de alta calidad fue enviada a 13 países, entre ellos Perú, Ecuador, Chile, Alemania, Paraguay, Estados Unidos, España, Panamá, entre otros.

Según el IBCE, la producción de zapatos nacionales se ha incrementado entre 2015 y 2016, de 12 millones de pares a 13.6 millones.

Lo interesante es que a pesar de que el 43 por ciento de los calzados que se importan son chinos, el índice de importaciones, en general, se redujo de 25 millones de pares a 21.2 millones.

Esto muestra que los productores nacionales están comenzando a copar mercado y a conquistar a la gente con sus productos. Sin embargo, hay quienes que todavía optan por los zapatos chinos que llegan en distintas variedades y para diversos gustos.

Esta situación, insistimos, requiere un cambio, por lo que sería interesante intensificar lo que Bolivia produce.

Desde hace mucho tiempo no se observa ninguna campaña que incentive a adquirir lo que el país fabrica. Recordemos que a inicios de este siglo se promocionó con intensidad el sello Hecho en Bolivia, el mismo que nació en Cochabamba con la finalidad de que los bolivianos valoremos nuestra producción y consumamos lo nuestro.

Desde el Gobierno y en coordinación con los industriales y los microempresarios, sería importante impulsar una nueva campaña de concientización y promoción de la industria nacional.

Tal vez de esa manera, se podrían reducir los altos índices de importación de varios productos que todavía se registran no solo en Cochabamba sino en el país.

Según el último reporte estadístico del IBCE, las importaciones de una variedad de productos a julio de este año alcanzaron 5.124.033.300 dólares, monto superior al registrado en el mismo periodo de 2016 (4.790.833343 dólares).

De ese total, solo en el rubro de bebidas y alimentos, Bolivia importó por un valor de 386.878.848 dólares, cifra también superior a 2016 cuando se compró por 337.119.223 dólares.

En el país hay productos que bien pueden suplir a los importados; sin embargo, requieren de apoyo para producir a gran escala y ser competitivos en precio.

En ese marco, hace falta fortalecer una alianza estratégica entre el Gobierno, la empresa y microempresa nacional, para impulsar una mayor producción. La mano de obra boliviana es calificada, pero si no existen facilidades para fortalecer la industria, difícilmente se podrá avanzar.