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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Esclava en pleno siglo XXI

Crimen. La esclavitud es una práctica que ha sido abolida en el mundo, pero quien incurra en ella, estará cometiendo un crimen contra la humanidad.<BR>
Esclava en pleno siglo XXI
“Tomasa fue amenazada de muerte, el señor le decía que si ella salía a la calle la iba a matar porque la había comprado y le pertenecía”, relató la abogada María Gardeazabal al revelar sobre la tragedia de una mujer que vivió como esclava durante 36 años en la casa de una familia de la zona sur de La Paz.

El hecho inmediatamente llamó la atención de las autoridades, que decidieron conformar un equipo multidisciplinario para investigar el caso de Tomasa Machaca, quien, según su testimonio, realizó trabajos domésticos sin recibir un solo centavo por las labores que desarrolló durante casi cuatro décadas y, además, fue víctima de violencia.

El pasado miércoles, un día después de conocer el hecho, el ministro de Justicia, Héctor Arce, aseguró que coordinará con el Ministerio Público para acelerar la investigación y buscará una sanción ejemplarizadora contra quienes retuvieron a Tomasa, desde que ella tenía 16 años.

La decisión del Gobierno ante este caso es importante, toda vez que no se trata de un hecho común, sino de un delito que debe ser sancionado con todo el rigor de la ley, ya que nadie puede esclavizar a una persona en este tiempo.

La esclavitud es una práctica que ha desaparecido en el mundo, pero quien incurra en ella, estará cometiendo un crimen contra la humanidad.

Arce adelantó que la familia que retuvo a Tomasa podría ser procesada por el delito de trata y tráfico de personas que puede ser penado desde 10 hasta 20 años de prisión.

En Bolivia está vigente la Ley Integral Contra la Trata y Tráfico de Personas, norma que fue promulgada por el presidente Evo Morales el 31 de julio de 2012. El objetivo de la mencionada norma es combatir la trata y el tráfico de personas y garantizar los derechos fundamentales de las víctimas por medio de la consolidación de medidas y mecanismos de prevención, protección, atención, persecución y sanción penal de estos delitos.

Aunque los abogados de los presuntos responsables de esclavizar a la mujer de pollera niegan el hecho y aseguran que ella dejó el hogar por su propia voluntad y recibió dinero por el trabajo que realizó, las autoridades están decididas a investigar el caso.

Según el relato de la abogada de Tomasa, la mujer como una esclava, solo recibía una alimentación “sumamente limitada” y prendas de vestir usadas, en algunas ocasiones. La dejaban encerrada con candado. Y hasta cuando intentaba asomarse por una ventana, la regañaban.

“El dueño de casa, José O.R. y uno de sus cuatro hijos, fueron los más violentos. La patearon en todo el cuerpo y trataron de asfixiarla porque no cocinó como ellos esperaban. Uno de los golpes que recibió en una pierna la dejó con dificultades para caminar”.

La historia de Tomasa es dramática y provocó airadas protestas en las redes sociales, donde algunos internautas subieron las imágenes de los posibles responsables de la esclavitud a la que fue sometida la mujer.

Los facebookeros pidieron cárcel y acciones del Gobierno contra la familia que le quitó “toda mi vida. Yo no conocía ni una calle. Ni siquiera sé leer y ahora ya tengo más de 50 años”, dijo Tomasa.

“Deben podrirse en la cárcel, a nadie se le hace lo que le hicieron a esta pobre mujer”. “Los jueces no deben tener piedad contra estos explotadores, deben ser encarcelados”, indican algunos de los comentarios en las redes sociales, donde la noticia ha sido compartida masivamente.

Y es que la historia de Tomasa es conmovedora, porque nadie puede ser retenida por la fuerza y mucho menos obligada a realizar trabajos forzados.

En ese sentido, las autoridades llamadas por ley deben acelerar las investigaciones y sancionar a quienes corresponda, para que nadie de atreva a cometer este delito.

Asimismo, demostrar que la justicia existe y, si es posible, cooperar con la recuperación de Tomasa.