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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 21:57

14 de septiembre ¿Qué celebramos?

Política. La burocracia y las peleas políticas entre los opositores y los oficialistas parecen ser más importantes para las autoridades que los cochabambinos.<BR>
14 de septiembre ¿Qué celebramos?
Cochabamba hoy está de fiesta porque celebra su 207 aniversario, pero ¿qué tiene para celebrar? Algunas autoridades dirán que Cochabamba creció y cuenta con más obras que antes, con calles y avenidas asfaltadas, un distribuidor vehicular de tres niveles, más parques y espacios verdes para la recreación de las familias, una flamante y moderna ciclovía, una hermosa Costanera del Sur, entre otras cosas.

Si bien es cierto que tenemos esas y otras obras más, que tanto la Alcaldía como la Gobernación y el Gobierno central han venido inaugurando como parte de los “regalos” a la Llajta, ¿qué de otros temas más importantes que aún no terminan de ser atendidos?

Lamentablemente la falta de agua sigue siendo una de las mayores demandas por atender. Si bien celebramos hace unos días el envío de agua de Misicuni a la ciudad, esta todavía no llega a todos los cochabambinos que por años soñaron que, concluido el anhelado proyecto múltiple, tendrían el líquido en su casa las 24 horas del día y dejarían de proveerse de los carros cisterna o de despertar de madrugada para ver cuánta agua logran recibir en turriles y recipientes.

La empresa distribuidora aseguró que el agua de Misicuni llegaría de forma progresiva a los barrios, pero ello tampoco ocurre. Y es que este tema llevará su tiempo, porque sencillamente no se lograron ejecutar otros proyectos como el cambio del sistema de redes en el Casco Viejo y, lo que es peor, no hay visos para desarrollar las obras que permitan a los vecinos del sur, que son los más castigados por la escasez, contar con agua potable.

El agua es una problemática latente, no de ayer sino de siempre. En ese marco, las autoridades deberán seguir trabajando y ojalá lo hagan juntas y no separadas por las diferencias políticas que parecen ser más importantes que la necesidad de los cochabambinos.

Otra temática latente y sin resolver, no cabe duda que es la contaminación ambiental. Cochabamba no dejará de ser una de las urbes más contaminadas del país si las autoridades no asumen medidas correctivas sobre todo en el área del transporte, considerado el mayor contaminador del aire qhochala.

Poco o nada se ha hecho para que los dueños del volante cambien, por lo menos, sus viejos vehículos que emiten gases contaminantes que dañan a la salud de la población.

Asimismo, en lugar de reducir el número de líneas de transporte público, que se han reproducido como hongos en la ciudad, las autoridades han avalado su existencia y otorgado las autorizaciones correspondientes.

Si a eso se suma la situación de la laguna Alalay, contaminada ahora no solo por las macrófitas sino también por las peligrosas cianobacterias, veremos que en el área del medio ambiente no tenemos nada que celebrar.

Aplaudiremos, y mucho, cuando esos y otros temas sean atendidos. Sabemos que las autoridades tienen planes que son muy interesantes, pero lamentablemente no los ejecutan con la prontitud que los problemas requieren ser resueltos.

La burocracia y las peleas políticas entre opositores y oficialistas parecen ser prioritarias y no el pueblo.

Hablar de consenso es casi imposible, salvo algunas situaciones. Las autoridades parecen no comprender que llegaron al poder para trabajar y servir a los cochabambinos.

Fruto de esas peleas políticas absurdas arrastramos problemas de hace décadas. El agua, la contaminación, el transporte, la salud son solo algunos de los muchos temas que necesitan ser encarados no solo por el Alcalde sino también por el Gobernador y el Presidente. Si las tres instancias trabajaran de la mano y sin mirar sus diferencias, seguramente hoy estaríamos celebrando que tenemos agua de Misicuni en casa, un hospital hermoso para los niños, centros de salud equipados y, por supuesto, un aire menos contaminado.