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NOESIS

Mallku: décadas de lucha

Mallku: décadas de lucha
1998, 28 de noviembre, La Paz: Felipe Quispe Huanca, el “Mallku", asume la Secretaría Ejecutiva de la CSUTCB como resultado de que el VIII Congreso Extraordinario, realizado en Trinidad, terminó dividido debido a las disputas entre facciones de Evo Morales y Alejo Véliz. Como bien señala el investigador Pablo Mamani Ramírez (2005) en “El poder de las multitudes indígenas”, Felipe Quispe “aparece en este contexto como factor de "unidad" (de ambos grupos) en medio de una confrontación al interior de la organización nacional como el mismo cuenta "... era difícil manejar la Confederación Única. Había dos polos opuestos. Uno que apoyaba a Morales y el otro a Alejo Véliz. Difícil era unir ahí. Dentro del Comité Ejecutivo eran iguales". La emergencia del “Mallku” como máximo ejecutivo de la decaída CSUCTB levantó expectativas que se dividían en “a) unos lo califican de radical y exguerrillero, b) otros en cambio resaltan su reciente pasado de lucha y la cárcel, c) un tercer grupo ven en Felipe Quispe un caudillo sin mayor proyección política” (ídem). En todo caso, bajo el radical liderazgo del “Mallku”, a partir del año 2000 hasta el 2005, se producirán diferentes actos de rebelión, asedio y bloqueos de caminos en las ciudades y campo que se oponían al neoliberalismo bajo el pretexto de parar la “Ley de Aguas, Saneamiento de tierras, Ley INRA, (ley de) medio ambiente y la continua alza en el precio de los carburantes“. En ese tono y acción que lo caracteriza, el “Mallku”, en enero del 2000, advirtió: “Este año será diferente, haremos movilizaciones permanentes en las ciudades, para que se atienda nuestras demandas, dejaremos las calles olor a coca, olor a indígena, olor a originario”. Y ya todos sabemos que lo que sembró el “Mallku” y otros radicales líderes de izquierda e indianistas, fue cosechado por los que, a última hora, y bajo el principio bourdiano del “habitus”, se apropiaron, lo rebosaron con la simbología adecuada al momento, y se apropiaron del gobierno el 2006. Por supuesto, nada de ello hubiese sido posible sin la oportunista financiación material e intelectual de ONG y líderes de comunicación que, consideraban al “Mallku”, a quien también alimentaron en su momento, como demasiado radical y racista. 16 años después como si de las cenizas saliera, a propósito del conflicto de un alcalde oficialista acusado de corrupción y de unas bases que por denunciarlos son perseguidas y encarceladas, emerge nuevamente el “Mallku”, elegido en Achacachi, por sus bases, para conducirlos contra un Gobierno que, a decir de él mismo, es peor que los neoliberales”. Aparte de las causas sociales, parece que también lo mueve un dolor muy personal que lo recordó en una entrevista en radio Éxito. Ahí, recordó que su hijo Ayar murió luego de que publicara varios libros indianistas en contra del Vicepresidente y el Gobierno (...)