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DESDE AFUERA

Peña Nieto y la economía

Peña Nieto y la economía
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, enfrenta la recta final de su Administración con algunas victorias en el plano económico ensombrecidas por su incapacidad de transmitir los logros a una ciudadanía agotada de corrupción.

Peña Nieto "ha tenido éxitos, pero no han bajado al bolsillo del mexicano promedio, que no siente los beneficios de las reformas estructurales, pero sí el ´gasolinazo´ o el dólar caro. Ahí es donde truenan sus logros", dijo a Efe el especialista en Negocios Internacionales del Tecnológico de Monterrey, Manuel Valencia.

Entre las medias victorias del Mandatario, que llegó al poder en diciembre del 2012, está el crecimiento débil pero sustentado de la economía.

Pese a la caída de los precios del petróleo o la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el PIB de México creció el 2,3 por ciento en 2016, un 2,5 por ciento en 2015, un 2,1 por ciento en 2014 y el 1,4 por ciento en 2013, resultados muy similares al promedio de los últimos 30 años.

"La economía mexicana ha crecido mediocremente. (...) Pero la estabilidad no hay que menospreciarla, ha habido crecimiento bajo pese a ´shocks´ exógenos como la caída del precio del crudo", explicó el profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey Carlos Elizondo.

El problema radica cuando se compara expectativa con realidad. Peña Nieto devolvió la presidencia al Partido Revolucionario Institucional (PRI) con promesas de grandeza y once reformas estructurales, como la de telecomunicaciones o la energética, que, aseguró, llevarían a crecimientos económicos en torno al 5 por ciento .

Aunque la mayoría de analistas considera que estas eran necesarias, y que en general se han implementado con transparencia, también hay críticas sobre cómo se lograron acuerdos.

"Creo que compramos las reformas estructurales, pagando a grupos de interés como el sindicato petrolero", dijo a Efe el director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Manuel Molano.

Entre otros avances, está el buen desempeño en los últimos meses de las exportaciones -un 10,4 por ciento anual en el primer semestre- o el auge de la inversión extranjera, pese a que la incertidumbre arraigada al fenómeno Trump la frenará.

Ello, sumado a un índice de desempleo muy bajo -del 3,4 por ciento del total de la población activa en julio-, detonó el consumo interno.

Ello contribuyó a que el porcentaje de mexicanos en situación de pobreza pasara del 45,5 por ciento en 2012 al 43,6 por ciento en 2016, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

Sin embargo, la percepción ciudadana es que hay muchos pendientes y ciertos claroscuros. Las cifras de empleo, por ejemplo, son "un poco engañosas", advirtió Elizondo, porque los ingresos continúan siendo muy bajos y desiguales regionalmente y la informalidad se coloca por arriba del 55 por ciento .

A ello se le suma una inflación que se mantuvo muy estable hasta inicio de año, pero luego se aceleró hasta registrar un 6,44 por ciento interanual en julio.

Ello se debió en gran medida al polémico aumento gubernamental de las gasolinas en el marco de una liberalización del sector, y a la depreciación del peso, que encareció las importaciones.

Cuando empezó su mandato, la moneda mexicana se ubicaba en 12,96 dólares y hoy se colocó en 17,79. También están los 266 compromisos que Peña Nieto, todavía como candidato, aseguró que llevaría a cabo de ganar la Presidencia. "No los cumplió todos", remarcó Valencia.