La universitaria de 25 años, que fue secuestrada y vejada por el expolicía Ubaldo Baltazar Zambrana en un sótano en la zona de Tirani, declaró que temió por su vida cuando fue interceptada y obligada a subir a una motocicleta de propiedad del ahora acusado, quien fungía de policía. La joven fue dopada y luego enmanillada para ser obligada a sostener relaciones sexuales con su raptor, amenazada con un arma de fuego. Para evitar ataques de furia, la víctima se mostró sumisa y aceptó colaborar en todo lo que el sujeto pedía, contó a ATB.

En determinado momento de su encierro, la joven fue sacada del sótano y llevada hacia la puerta, con la promesa de decir a su familia que había fugado con un enamorado. La universitaria prometió que iba a continuar en contacto con Baltazar. Fue dopada de nuevo y abandonada a cuatro cuadras de su casa. La joven sentó denuncia del secuestro el 23 de agosto y reconoció al sujeto en un desfile identificativo.

El expolicía fue llevado, el 25 de agosto, a la cárcel de El Abra con detención preventiva, acusado por rapto, violación y tenencia ilegal de arma de fuego.

La Policía informó que Baltazar tenía un amplio prontuario de delitos por violación a una menor de 13 años, falsedad material e ideológica y hurto.