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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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SERENDIPIA

Tipnis o vida, Pachamama o muerte

Tipnis o vida, Pachamama o muerte
El Tipnis conjunciona dos cuestiones calificadas como problemáticas postmodernas: la indígena y la medio ambiental.

La controvertida postmodernidad -también llamada sociedad posindustrial, de consumo o de los media y de la información- entendida como la crítica a la racionalidad moderna que habría fracasado, plantea que la verdad es cuestión de perspectiva y que los textos no tienen autoridad inherente para decir lo que en verdad sucedió. En la postmodernidad surge la ciudadanía colectiva, la cual tiene carácter multiforme y es heterogénea; articula lo plural, elimina diferencias y formas de subordinación, y se encarna en sujetos fundamentalmente jóvenes o en mujeres, y en banderas como la de la protección del medio ambiente y el respeto de los derechos de las minorías.

Defender un área protegida que es parque nacional y territorio indígena, es decir, defender el Tipnis, se convierte en una reivindicación que cumple los requisitos caracterizados para las banderas postmodernas y aglutina tras de sí a jóvenes, mujeres, ambientalistas, animalistas defensores de los derechos de las minorías, etc.

Hasta ahí la historia no tiene nada de extraña frente a cualquier movilización o conflicto que podría desarrollarse en cualquier parte del mundo, llámese Yasuní del Ecuador o centrales nucleares en España. Llama la atención en el caso boliviano que una organización política que reivindica derechos de indígenas y de la madre tierra, cuyo jefe del partido incluso se atrevió a arengar en la ONU “Pachamama o muerte, madre tierra o muerte”, sea quien lleve adelante y a toda costa una carretera por el medio del parque nacional.

En el discurso ideológico del MAS-IPSP, la síntesis de la contradicción histórica del país se encarna en la cuestión indígena. La VIII Marcha Indígena por la Defensa del Tipnis de agosto de 2011 constituye el hecho histórico que marca el fin del ciclo como opción política para el país. El partido de Evo Morales niega sus banderas y sus posibilidades de ser respuesta para el país al momento de combatir y reprimir la VIII Marcha. La promulgación de la Ley 969 que deroga la Ley 180 que establecía el Tipnis como un territorio intangible, solo es el corolario del proceso y, al mismo tiempo, es la tumba ideológica para esa que fuera una opción política.