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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Unicef urge a Latinoamérica a erradicar la pobreza y las muertes en la infancia

Unicef urge a Latinoamérica a erradicar la pobreza y las muertes en la infancia
 La pobreza y las muertes en la infancia comprometen el presente y el futuro de América Latina y El Caribe, por lo que los países deben reaccionar con ambiciosa voluntad para erradicarlas, afirmó la directora regional de Unicef, Marita Perceval.

Perceval, de nacionalidad argentina, expuso en una entrevista con Efe en Bolivia, las cifras de la realidad de la niñez golpeada por la pobreza, la exclusión educativa, las muertes por causas evitables, la desnutrición y la violencia.

El mundo asumió en 2015 los objetivos de desarrollo sostenible para dar fin a esos males, que en Latinoamérica están presentes sobre todo por el "empecinamiento" de la desigualdad y la violencia.

"Esta ambiciosa voluntad de la comunidad internacional tiene que plasmarse en cada uno de nuestros países y Estados en una América Latina y caribeña que, como saben, no es la más pobre en términos de población, pero somos la más desigual", afirmó Perceval, junto a su representante en Bolivia, Sun-Ah Kim Suh.

Latinoamérica es la región del mundo que "más desiguala" a la niñez y la "más violenta para los niños" no porque tenga conflictos armados, sino por la violencia sufrida en sus hogares, lamentó. Perceval abogó por analizar con "responsabilidad sincera" y no con "desesperación pesimista" las cifras de los daños a la niñez, que cita para reiterar la necesidad de que los países, en el contexto de la crisis económica, sean más eficientes y no hagan recortes al cumplimiento de los objetivos dedicados a la infancia.

América Latina y El Caribe tiene 195 millones de niños, niñas y adolescentes, de los que 70 millones viven en pobreza, sobre todo en las zonas rurales y los entornos periurbanos, explicó.

Cada año se registran 196.000 muertes de niños menores de cinco años, la mitad en los primeros 28 días de vida.

Asimismo, 6,3 millones de inmigrantes son menores de 18 años y cada vez más migran por cuenta propia huyendo de la pobreza y la violencia.