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INNOVACIÓN Y FINANZAS

La economía creativa

La economía creativa
John Howkins el año 2001 publicó el libro “La economía creativa: Transformar una idea en beneficios” donde la define como aquellas áreas de una economía que generan productos y servicios creativos. Estas actividades “comprenden dos valores complementarios: el valor de la propiedad intelectual intangible y el valor de la plataforma física. En algunos sectores, como la creación de software, es mayor el valor de la propiedad intelectual. En otros, como las artes, el valor unitario del objeto físico es más elevado”. Esta economía está conformada por la arquitectura, artesanías, diseño, artes visuales y escénicas, cine, música, publicidad, software, medios, servicios creativos, moda, investigación y desarrollo, plataformas digitales, juguetería, videojuegos,etc; actividades que gracias a la creatividad y el impulso de la tecnología están cobrando una gran importancia.

Recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, para hacer visible esta economía creativa, ha publicado el e-book la “Economía Naranja: Innovaciones que no sabías que eran de América latina”. Según esta publicación, si la Economía Naranja fuera un país, sería la cuarta economía mundial con 4,3 billones de dólares detrás de Estados Unidos, China y Japón; la cuarta fuerza laboral con 144 millones de trabajadores y generando 646.000 millones de exportaciones.

Para el BID, la economía naranja es “el motor de desarrollo basado en el talento de los latinoamericanos más la riqueza del patrimonio cultural que genera oportunidades infinitas para la creación de empleos dignos para los 107 millones de jóvenes de América Latina y el Caribe”. El e-book del BID documenta 50 iniciativas que son exponentes de la economía creativa o naranja, en Latinoamérica y del Caribe, citando como único caso al boliviano Fredy Mamani creador de los “cholets” que combina formas y colores de la nueva arquitectura andina.

Sin embargo, en Bolivia tenemos una amplia gama de este tipo de emprendedores que gracias a su creatividad y raíces culturales son parte de esa economía emergente. Por ejemplo en moda está Eliana Paco, que impacta en desfiles de moda internacionales, con sus diseños que fortalecen la identidad de la mujer de pollera y contribuye en la generación de empleos.

El pintor Roberto Mamani Mamani, desde hace años, expone internacionalmente su arte a partir de la visión colorida y sentimientos originarios del pueblo indígena. En la música los Kjarkas, desde 1971, han creado un sinfín de melodías apreciadas a nivel nacional e internacional, incluso la famosa Lambada del Brasil que creó una controversia por plagio por la similitud del tema original “Llorando se fue”. Piraí Vaca es un virtuoso de la guitarra que triunfa permanentemente en escenarios dentro y fuera del país.

Los festivales de música barroca que se realizan en las misiones jesuíticas del oriente boliviano donde la tradición musical se combina con la arquitectura de bellas iglesias. En medios visuales destacan una pléyade de productores cinematográficos que permanentemente están ganando premios internacionales como el caso de Carlos Enrique Piñero.

En la creación de software tenemos empresas que exportan como Jalasoft y otras más pequeñas que están generando un movimiento de lo que a futuro podrían convertir a Cochabamba en la ciudad del conocimiento. En gastronomía también se está generando un movimiento económico que pronto será importante, como el caso del restaurante Gustu, con sabores e insumos 100 por ciento bolivianos, catalogado como uno de los mejores a nivel de Latinoamérica; etc,etc.