La selección boliviana de balonmano está lista para competir en la provincia de Jujuy, ubicada al norte de la Argentina.

El objetivo es evaluar el grado de evolución técnica que adquirió el combinado, teniendo en cuenta que la disciplina es totalmente nueva en el país y, además, que se trata de uno de los deportes que figura en el cronograma de los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018.

La copa se llama Tacita de Plata. Concentrará a elencos de la Argentina, Chile y Bolivia. Entre los clubes que se inscribieron en la contienda aparecen Deportivo Afides de Antofagasta, C.DU.A. Club de Unión Arica, Club Atlético Mitre, Juventud Antoniana de Orán, Atlas Handball, Magnus Handball, de Salta, Gimnasia de Tucumán, además de Club de Amigos Handball, Club Atlético Lavalle Handball, Minas Handball y el dueño de casa, Club de Amigos.

El campeonato arrancará hoy y se extenderá hasta el lunes 21 de este mes. Son 20 los conjuntos que entrarán en acción: 12 de la rama masculina y 8 en la femenina.

El ámbito dirigencial sabe que el trabajo es arduo en cuanto a la formación deportiva.

Uno de los primeros pasos que dio el país se concretó en abril de este año, cuando el municipio de Sacaba albergó un encuentro nacional. Fue el primero en la historia oficial de la disciplina.

En la ocasión, el combinado cochabambino se proclamó campeón, luego de derrotar a La Paz por la cuenta de 13-8.

En la Argentina, a diferencia de lo acontecido en Bolivia, el balonmano (también llamado handbol) es una práctica deportiva muy usual.

Incluso forma parte del programa escolar.

Se disputa en un ambiente techado y debe contar con un arco que mide tres metros por dos de alto. La portería cuenta con una red, muy similar a lo que sucede en el fútbol, pero con medidas muy distintas.

Kevin Bautista y Álvaro Ocampo son dos de los jugadores que emergen en la disciplina. De hecho, ambos tuvieron actuaciones notorias en el torneo nacional y fueron felicitados por el entrenador Jorge Ocampo.



TRABAJO EN BASES El objetivo es alistar generaciones nuevas con más elementos. Con esa premisa, también se trabaja con las divisiones menores. Tarija, por ejemplo, es uno de los departamentos que activó su plan.

La Confederación Suramericana de Balonmano ya visitó la Llajta e inspeccionó el Coliseo de Curubamba en febrero pasado. Se trata del sitio en el que se desarrollará la disciplina en los Juegos de 2018 y que requiere de ciertas refacciones finales.