Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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EL OJO DEL PUEBLO

¡Agua o tren!

¡Agua o tren!
Al escuchar que se firmó el contrato de construcción de la idea del proyecto de tren metropolitano por 447,6 millones de dólares, el conjunto de la población cochabambina se conmocionó y reaccionó rechazando; sin embargo, algunos también dieron su pláceme.

La verdad es que esa población mayoritaria que no tiene agua en una cañería, sino en un turril y a otros les llega por milagro dos veces a la semana, quedó como decimos “con el ojo en tinta”.

La pregunta… ¿Qué otro destino debería darse al dinero del Estado? Rápidamente encontramos en el sector “agua”: 1. construir las tuberías para alimentar a Sacaba, Colcapirhua, Quillacollo, Tiquipaya, Vinto y Sipe Sipe representa unos 40 millones de dólares; 2. mejorar las redes de agua potable, alcantarillado y plantas de tratamiento de aguas residuales de estos municipios y Cercado demanda 200 millones de dólares; 3. construir las aducciones de riego y una red básica de distribución con agua de Misicuni, 40 millones de dólares y sin dudar porque hay diseños finales, 5. ejecutar las obras del proyecto K’omer Kocha, que permitirá dotar de agua para beber y regar los extensos valles desde San Benito hasta Arani, pasando por Villa Ribero, Punata y Cliza (40 mil hectáreas) 150 millones. 6. finalmente está el ansiado proyecto Kewiña Kocha con 240 millones para los valles de Sacaba.

Si bien representa el conjunto un monto de 570 millones, es fácil advertir que el factor costo/beneficio será alto, por la población que es del orden de 1,7 millones y su impacto será de 1 a 5, es decir, 8 millones.

Recordar que la necesidad del agua es de vida o muerte; así se habrá resuelto la salud de al menos 800.000 hombres y mujeres.

En cambio el tren metropolitano, que se prevé tenga una longitud de 42.17 kilómetros con tres líneas (Roja, Amarilla y Verde), además de 43 estaciones o paradas, solo facilitará a un reducido número de 80.000 personas y la compra de bienes y servicios será tres veces más. En fin, sería un “salto cualitativo” que se opte por invertir en proyectos de agua que salvará a todo el valle Central, Bajo y Alto. Así la gente vivirá más feliz y el Gobierno habría logrado “un cambio de verdad”. Estamos a tiempo de que las autoridades modifiquen y reflexionen, así como ocurrió con el primer contrato con la empresa JOCA, el mismo que se dejó sin efecto. ¿Es posible? Sí, es decisión y voluntad política.