Eran una familia de cinco integrantes, pero ahora solo quedan dos. Después del 11 de agosto, cuando la tragedia se ensañó con los Hermosa Añez, solo quedan una madre destrozada por el dolor y su hija hospitalizada. Y precisamente porque solo se tienen la una a la otra, las dificultades para cubrir el costo de dos cirugías, de la internación en terapia intensiva y medicamentos se han multiplicado.

La noche del 11 de agosto, los hermanos Jackeline (21) y Einar (19) Hermosa Añez volvían a su casa en Villa Jerusalén, cuando el militar Fidel Choque, exnovio de Jackeline, los mató a tiros. El oficial esperó la llegada del padre, Limbert Hermosa (48) y de la hija menor, Nancy (18), para dispararles también. El padre murió y, desde esa noche, Nancy está internada en el hospital Harry Williams. La joven sufrió tres disparos en el vientre y perdió mucha sangre, pero 180 personas le donaron el líquido vital y se halla estable. Ayer abrió los ojos por una hora, pero aún no habla. Hasta el lunes, sin la segunda cirugía, la cuenta ascendía a 95 mil bolivianos. Las personas que puedan colaborar a madre e hija pueden depositar un aporte en la cuenta del Banco Nacional de Bolivia 3501748551 a nombre de Carmen Sonia Añez Toro de Hermosa.