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Restricción vehicular para todos

Restricción vehicular para todos
Desde el año 2012, en Cochabamba está vigente la ordenanza 4394/2012 que restringe el ingreso al centro de la ciudad, una vez por semana, a vehículos particulares, radiotaxis y taxis, según el último dígito de la placa.

De esta normativa quedaron excluidos los micros, trufis y taxitrufis, que en la actualidad ingresan sin prohibición alguna todos los días de la semana al Casco Viejo de la ciudad.

También quedaron fuera de la disposición los motorizados usados por el Presidente del Estado, el Gobernador y el Alcalde, así como aquellos usados para auxilio y emergencia, y el trabajo de los medios de comunicación.

A cinco años de la puesta en marcha de la norma, los choferes de la Asociación de Radio Móviles Cochabamba, Aramco, recientemente pidieron al Concejo Municipal ampliar la restricción al denominado transporte federado (micros, trufis y taxitrufis).

Aseguran que la norma no cumple con el principio de igualdad, por lo tanto, debe ser modificada.

Y es que el pedido que hacen los choferes de radiotaxis es justa, más si el objetivo por el que la norma fue creada era precisamente reducir el índice de contaminación que aqueja Cochabamba.

Según estudios medioambientales, el 90 por ciento de la contaminación en la Llajta es generada precisamente por los vehículos, una buena parte por el transporte público.

Si el espíritu de la ordenanza era reducir la contaminación, desde un principio la restricción vehicular debió ser para todos. Tal vez así, no seguiríamos lamentándonos de ser una de las ciudades más contaminadas de América Latina.

Como todo es perfectible, las autoridades municipales están a tiempo de realizar las modificaciones necesarias a la norma.

Hace unos días, el alcalde de Cochabamba, José María Leyes, dijo que estudia la posibilidad de ampliar la restricción vehicular y atender el pedido de los choferes de Aramco.

De ser así, se espera que ese cambio sea pronto y que todos, sin distinción alguna, contribuyamos a disminuir los elevados índices de contaminación.

Es momento de que todos los cochabambinos aunemos esfuerzos y dejemos de rechazar propuestas que nos beneficiarán.

Fue preocupante conocer que en 2016, 174 muertes estuvieron relacionadas a la contaminación del aire en Cochabamba. El 3 de julio, este medio de comunicación hizo público un estudio realizado por la Universidad Católica Boliviana (UCB), que revelaba precisamente ese dato.

En esa oportunidad, el investigador y docente de la carrera de Ingeniería Medioambiental de la UCB Marcos Luján indicó que la proporción atribuible en 2016 fue porque el promedio anual de contaminación alcanzó a 57 microgramos por metro cúbico (ug/m3).

Indicó que por año en la ciudad hay unas 4 mil a 10 mil muertes por distintas causas y que de ese promedio el cálculo por contaminación atmosférica da 174 fallecidos.

El experto dijo que la mortalidad no siempre tiene que ver con infecciones respiratorias, sino que esta se da por otro tipo de afecciones que al tener presente la contaminación pueden desencadenar en un deceso.

Las autoridades deben tomar en cuenta la cifra de muertes relacionadas a la contaminación y asumir acciones inmediatas si no se quiere lamentar más fallecimientos.

Así como se intenta trasladar a las ladrilleras que operan en Albarrancho a otro sector, es momento de que los transportistas federados sean incluidos en la restricción vehicular.

En la ciudad de La Paz se logró aquello, ¿por qué no se puede hacer lo mismo en la Llajta?

Es probable que los transportistas pongan resistencia y asuman acciones como siempre lo han hecho. Sin embargo, todo dependerá de la buena voluntad de las autoridades, en cuyas manos está la modificación de la normativa.