Ayer por la noche, en ambientes del Club Social de Cochabamba, fue la presentación de la novela “Los dos sombreros del gallego”, del escritor español José Guerrero Vara. El libro resultó ganador de la segunda versión del Premio Internacional de Novela Kipus, organizado por la editorial cochabambina homónima. El premio es el concurso mejor pagado a la producción literaria en Bolivia. 

LA NOVELA El libro narra las travesías de un español que, debido a la crisis económica que vive su país, se ve obligado a migrar y escoge a Bolivia como el destino de sus posibilidades de futuro. Según el autor, su personaje Francisco Gonzales, es un antihéroe que tiene una discapacidad congénita para desenvolverse en un mundo que debe recorrer.

En el desarrollo de la narración, personajes, tradiciones y elementos de la historia boliviana interactúan con el héroe, de forma lúdica y paródica. “Es una fusión de géneros que realiza un mestizaje entre, por ejemplo, el humor, la fantasía y la historia de Bolivia”, señaló el escritor.

El jurado, compuesto por la escritora cruceña Claudia Bowles, el crítico Mauricio Souza y el escritor peruano Diego Trelles, destacó que se trata de un relato desmitificador, y al mismo tiempo cariñoso, del proceso de cambio. Esa interpretación sorprendió al autor, y le resultó grata, aunque no fue la intención de la escritura del libro. “O, en todo caso apuntaba a un proceso mucho más largo, como una especie de camino, de devenir en el que estamos todos. Menos político y más vital”, acotó.

HUMOR Sin duda, este libro destaca por su manejo del humor. Para el autor es un tema importante. Si bien esta novela es su “ópera prima”, no deja de señalar la importancia de este recurso como mejor herramienta para aproximarnos a una proyección real. Por lo mismo está presente en las reflexiones constantes que se manifiestan en su escritura.

“Para mi la cultura boliviana es de mestizaje y de mutación, desde el principio. Tenemos a un yatiri capaz de invocar a los achachilas, a los apus, al Tata Santiago, y en mi novela también al Bigotón Azkargorta y al maestro Yoda, de Star Wars”, Señaló el autor.

Es decir, Bolivia tiene una vocación sincrética, de mezcla y, por eso, un relato como el que plantea Guerrero encuentra en el país el espacio ideal. En una especie de surrealismo (a ratos más cercano a la patafísica), lúdico y a veces absurdo, encontraremos reflejado lo que nos compone no solamente como bolivianos, sino también como seres humanos.

“Yo creo que a veces, para mirar la realidad de frente, hace falta cambiar el espejo. Si convertimos un espejo normal en uno ligeramente cóncavo o convexo, los reflejos cambian. Las figuras están achatadas o alargadas y provocan risa. Y, sin embargo, quizás esa sea la mejor forma de acercarnos a la realidad. Desvelar otros principios de la seriedad o la solemnidad para tener una versión descarnada, irreverente, que incomode y que quizás así esté más cerca de la realidad”. Señaló Guerrero.

PREMIO desde el 2013, el Grupo Editorial Kipus con el apoyo del Gobierno Departamental de Cochabamba y el Cronista de la Ciudad, Ramón Rocha Monroy, convocan, cada dos años, a este concurso, abierto a escritores de habla hispana en el mundo. El premio, único e indivisible, es de 20.000 dólares, como adelanto de pago a los derechos de autor. La editorial también publica la obra.

Ganadores

Con la novela “Siempre fuimos familia”,  el escritor boliviano Gonzalo Lema ganó la primera versión del premio.