El tradicional Sombrero de Chola fue reubicado ayer sobre cuatro pilares que soportan su peso en las avenidas América y Melchor Urquidi, lugar donde se desarrollan muchas actividades económicas, entre ellas del librecambista Gerardo Astulla, quien sufrió varios atracos y pide quedarse en el lugar porque es su única fuente de ingresos.

Después de dos semanas de que el tradicional Sombrero de Chola fuera retirado para añadir pavimento rígido, ayer, retornó a su lugar, pero sobre cuatro soportes de 2.6 metros de alto. Es parte de la construcción de la ciclorruta.

A diario, desde las 7:30 hasta 18:00 horas, Gerardo Astulla de 62 años, llega hasta el lugar. Probablemente es uno de los más antiguos del rubro. "La gente ya me conoce y tengo clientela", comenta.

Respecto a su negocio, ubicado en la acera norte, frente al Sombrero de Chola, indicó que hasta la fecha aún no le dijeron nada sobre su desalojo, simplemente le indicaron que se reacomode a un lado para ceder el paso a los trabajadores y no obstaculizar la obra iniciada el 26 de julio.

“Don Gerardo”, como prefiere ser llamado, ha sufrido varios atracos en los años de ejercer su oficio. Hoy, sus hijos Mariela y Álvaro son quienes lo acompañan desde hace dos años. “Hemos entrado al negocio sobre todo para resguardar la seguridad de mi papá”, dijo Álvaro.

La popularidad del librecambista es notoria, porque diferentes automóviles se estacionan delante de su puesto para hacer el cambio de moneda. Cauteloso, breve y un poco desconfiado, realiza su trabajo.

El secretario de Planificación de la Alcaldía de Cochabamba, Manuel Prado mencionó que si los librecambistas tienen autorización, se pueden reubicar al costado para no obstruir el paso a peatones.