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Denuncias en Honduras

Denuncias en Honduras
La confrontación, denuncias de un supuesto fraude y la falta de propuestas a un pueblo cansado de promesas marcan el ambiente previo a la campaña electoral que iniciará el 28 de agosto para las elecciones generales en Honduras del 26 de noviembre próximo.

Las elecciones serán las décimas consecutivas desde que el país retornó al orden constitucional, en un hecho sin precedentes en Honduras, que nunca antes, en sus 196 años de independencia, había vivido cuatro décadas en democracia.

Pero la frágil democracia hondureña recuperada en 1980 ha sido alterada en dos ocasiones, en 1985 con una intentona de continuismo en el Gobierno que presidía Roberto Suazo Córdova, y en 2009 con el golpe de Estado al entonces presidente Manuel Zelaya, quien promovía reformas constitucionales desoyendo impedimentos legales.

El golpe de Estado a Zelaya dividió a los hondureños entre los que estuvieron a favor y en contra de su derrocamiento. La confrontación política no ha cesado desde entonces y ahora se manifiesta con denuncias de un sector de la oposición de un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre, del que acusan al gobernante Partido Nacional.

Las denuncias también cargan contra los tres magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), principalmente por parte del candidato presidencial de una alianza de tres partidos, el Libertad y Refundación (Libre), el Anticorrupción (PAC) y el Innovación y Unidad-Socialdemócrata (PINU-SD). Salvador Nasralla, fundador del PAC, acusa a los magistrados de que le "robaron" su partido, del que ya no es miembro y del que se retiraron varios de los 13 diputados que tenía en el Parlamento. El coordinador general de la alianza es el expresidente Manuel Zelaya, quien también lidera el partido LIBRE, que surgió tras su derrocamiento el 28 de junio de 2009.

La propuesta de su plan de Gobierno que anunció la alianza tras haberse constituido a inicios de año, Nasralla la hizo a un lado por las múltiples confrontaciones con el TSE y el partido de Gobierno, alegando que se fragua un fraude electoral. En su opinión, ese fraude, que rechazan los magistrados del TSE, hay que pararlo, para lo que desde hace dos semanas viene promoviendo una "operación antifraude", incluso ha incitado al pueblo a que si es necesario haga justicia con sus propias manos, aunque para él eso no es llamar a la violencia.

Más moderación prevalece en el centenario Partido Liberal, que con la alianza conformada por LIBRE, el PAC y el PINU-SD son los únicos que le pueden ganar al Partido Nacional, que busca su tercer período consecutivo en el poder.

Los cinco partidos restantes que participarán en la contienda electoral, todos minoritarios, no tienen posibilidades de triunfo. La alianza y el Partido Liberal cuestionan la candidatura del Partido Nacional, que lidera el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, alegando que está violentando la Constitución de la República, que no permite la reelección bajo ninguna modalidad. En efecto, la Constitución no permite la reelección, pero un fallo de la Corte Suprema de Justicia de mayo de 2015 dejó abierta la posibilidad, lo que rechaza la oposición, principalmente la alianza, que acusa además al gobernante hondureño de controlar los poderes Legislativo y Judicial.

Hernández, las pocas veces que se refiere al tema dice que la decisión final la tomará el pueblo en las urnas el 26 de noviembre (...).