La noticia de la muerte del escritor Jaime Saenz, el 16 de agosto de 1986 en su natal La Paz, impactó en todo el ámbito cultural y literario del país. Nacido en octubre de 1921, una vez que obtuvo su bachillerato Saenz migró a Alemania, donde se formó como literato influenciado por filósofos, escritores, músicos y otros intelectuales. Hacia 1939, retornó a la ciudad de La Paz, ciudad en la que transcurrió la mayor parte de su vida y trabajo.

Entre sus obras más conocidas están: “El escalpelo” (poesía, 1955), “Recorrer esta distancia” (poesía, 1973), “Vidas y muertes” (cuentos, 1986), “La piedra imán” (cuentos, 1989), “Felipe Delgado” (novela, 1979) y “Los papeles de Narciso Lima Achá” (novela, 1991).

En la edición de OPINIÓN del 20 de agosto de 1986, se publicó, en las páginas culturales, el artículo “Jaime Saenz ha muerto”, con la noticia de su lamentable desaparición, una breve biografía y una nota del columnista de este diario, Guido Calabi, quien en homenaje al escritor transcribió fragmentos de la obra poética del paceño. Asimismo, se publicó un texto de la poeta Blanca Wiethüchter, amiga de Saenz, extraído de un trabajo presentado en marzo de 1975, en la Universidad de Vincennes (París).

Los espacios culturales del diario a largo de sus tres décadas reivindicaron continuamente el legado de este autor, reproduciendo constantemente fragmentos de su obra, reseñando sus libros y difundiendo investigaciones en torno a sus escritos y biografía. El suplemento OPINIÓN, Pueblo y Cultura que dirigía el reconocido escritor Néstor Taboada Terán, incluyó varios artículos. Incluso, desde 2005 el actual suplemento cultural del matutino, Ramona, rindió tributo a Saenz al tomar el nombre de dos personajes de una de sus novelas.

No pasa mucho tiempo sin que el escritor paceño no genere noticia por parte de quienes revisitan su obra. La poetisa Olvido García y el crítico José Ignacio Padilla, presentaron en junio pasado en Madrid (España) el libro recopilatorio “Poesía del escritor boliviano Jaime Saenz”, confirmó Gisela Morales, responsable del archivo personal del autor, informó la agencia de noticias Prensa Latina.

El texto, de la editorial Amargord, es una recopilación de 11 volúmenes líricos con dibujos originales, publicados, preparados y revisados por Saenz en el período 1955-1984, además de otros poemas difundidos en revistas de 1965 a 1983.

Los especialistas conversaron sobre la obra completa del autor boliviano y su relevancia en el panorama poético hispanoamericano actual. También se proyectaron videos en los que Saenz lee con su propia voz su obra.

“Creo que hay unanimidad entre la crítica boliviana e internacional sobre la importancia de la obra de Jaime Saenz. Esto se puede ver en el extranjero por sus ediciones parciales en México y España, sus traducciones al italiano, alemán e inglés, y en las facultades de Literatura donde su obra se estudia”, afirmó Edmundo Garrido, director de Colección Transatlántica.

Además de narrador y poeta, Saenz fue periodista y docente, y tuvo en la ciudad de La Paz su espacio vital y el permanente trasfondo de su obra. Reconocido como uno de los autores más importantes de la literatura boliviana, tanto su vida como su obra marcaron profundamente el espacio cultural de nuestra nación en el siglo XX.

En una reciente entrevista del diario español El País, se le consultó al escritor Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967) a quién él le otorgaría el conocido Premio Cervantes. Su respuesta fue: “¿Puede ser uno póstumo? Se lo daría a Jaime Saenz, uno de los más grandes poetas latinoamericanos del siglo XX, y, por esas cosas de las ‘literaturas menores’, todavía poco conocido fuera de Bolivia”.