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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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DESDE AFUERA

Argentina va a primarias "simbólicas" tras polarización

Argentina va a primarias "simbólicas" tras polarización
Argentina celebrará el próximo domingo unas primarias legislativas que se perfilan más como una gran encuesta que como verdaderas elecciones internas, y que llegan tras una campaña polarizada entre el kirchnerismo y el macrismo, sin debate de propuestas.

Estas serán las cuartas primarias que celebre el país suramericano desde la reforma electoral de 2009 y, en teoría, buscan que las fuerzas políticas realicen sus internas de forma simultánea de cara a los comicios legislativos, que este año están convocados para el 22 de octubre.

En la práctica, la mayoría de los partidos se presenta a estas primarias con una única lista de precandidatos, por lo que no hay internas reales, y los comicios se configuran como un gran termómetro del apoyo ciudadano a cada fuerza política. Por ello, es posible que el próximo domingo haya más de un candidato que salga con aires triunfalistas.

Los sondeos indican que es probable que el gobernante frente Cambiemos sea el más votado a nivel nacional, pero que su mayor rival política, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), quien aspira a lograr un escaño en el Senado en las elecciones de octubre, salga primera en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electora.

"Esta es una elección simbólica", dijo a Efe Orlando D´Adamo, director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano, al remarcar que, aunque no haya verdaderas internas partidarias, el resultado tendrá impacto político.

Las primarias se han planteado en la campaña como una contienda entre el kirchnerismo, que por 12 años gobernó Argentina, y el movimiento que lidera Mauricio Macri, quien llegó a la presidencia del país a finales de 2015. En parte, esta polarización obedece a la estrategia del oficialismo de presentar la elección no como unas simples legislativas sino como la oportunidad de ratificar la "apuesta al cambio" o "volver al pasado". Esto explica la intensa participación en la campaña de Macri y de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que no es candidata pero sí la figura con mayor imagen positiva del oficialismo. Ambos no han perdido oportunidad para recordar los escándalos judiciales por presunta corrupción que involucran al kirchnerismo.

Pero, lejos de confrontar y salir a responderles, Cristina Fernández adoptó una estrategia electoral que sorprende. Para Patricio Giusto, de la consultora Diagnóstico Político, Fernández, en un "esfuerzo enorme de cambio de personalidad", ha sido "inteligente" al "no subir al ring" y "apelar a la evocación de quienes la añoran". "El hecho de ser una buena actriz le permitió adaptase bien a un libreto que va en contra de su esencia", dijo Giusto a Efe. D´Adamo coincide en que la estrategia de Fernández se asemeja tanto a la que es propia de Cambiemos que "cuesta reconocerla, porque no es agresiva, no es soberbia y tiene poca exposición".

En este escenario, el debate de problemas concretos de Argentina ha estado ausente. "Ha sido una de las campañas más vacías, más lavada en cuanto a mensajes políticos al electorado que yo recuerde", lamentó Giusto.

Es posible que el resultado de octubre no cambie demasiado el balance de fuerzas en el Parlamento. Pero un primer puesto de Fernández en territorio bonaerense tendrá impacto de cara a las presidenciales de 2019.

(Tomado de la agencia EFE)