Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 13:31

García gana primer bronce en Brasil y sin entrenador

El esgrimista cochabambino consiguió lo que tanto quería: una medalla internacional. Su hazaña fue absoluta porque se paró solo en el combate y no contó con instructor.
García gana primer bronce en Brasil y sin entrenador





Sin un entrenador experimentado al lado que pudiera guiarlo de forma constante y que estuviera atento a posibles errores. O simplemente para calmarle la ansiedad.

Así se “plantó” el esgrimista Álvaro García Muñoz, con solo 11 años, en la ciudad de Curitiba, Brasil, donde incluso dejó a un lado sus temores y fue por la gesta: su primera medalla internacional.

El año pasado, en una entrevista que le concedió a este medio, Alvarito advirtió sobre su capacidad y contó su objetivo de alcanzar una presea fuera del país. Entendía que ya había logrado victorias en Bolivia y que era necesario ampliar la apuesta a lo grande.

Catorce meses después, el esgrimista cochabambino abrazó su meta.

Retornó a la Llajta el lunes pasado junto a su mamá Paula Muñoz, tras apartarse el metal de bronce en la categoría Florete Infantil del Campeonato Sudamericano, que quedará registrado en su libro personal por haberle dado su primera conquista fuerte ante adversarios con buen manejo del arma.

Paula, que acompañó a su hijo en la aventura brasileña, se encargó de describir lo especial que fue la pelea: “Su combate ha sido bellísimo porque estaba sin entrenador”.

No solo Álvaro se inscribió al torneo. También su hermana Constanza (más conocida como Coco), quien no retornó al departamento con una presea en el cuello, pero sí, sumó minutos de competencia con rivales de peso.

En junio de 2016, fecha que marcó la primera nota que el deportista le brindó a este medio, Alvarito habló de “honestidad”.

“Me puedo describir, pero prefiero que lo hagan los otros. Trato de ser lo más honesto posible”.

Más allá del sable, el florete y la espada, a Álvaro lo cautiva la astronomía. Dejó su confesión sobre la mesa el 12 de abril pasado, cuando fue el Día del Niño.

Hasta el momento, se adjudicó dos títulos nacionales, además de preseas departamentales.

Lo que falta, aquello para lo que trabajará con mayor fuerza, será para ganar una corona internacional. La consigna es mayúscula, pero el esgrimista (que admira todo lo relacionado con las estrellas y los planetas) está listo para seguir.

Tres hermanos

Álvaro forma parte de una familia de esgrimistas. De hecho, sus hermanos Guillermo y Constanza también practican.