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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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NOESIS

Venezuela y Tipnis: lecciones

Venezuela y Tipnis: lecciones
Son días de derrota y reflexión. El 30 de julio, el chavismo se anotó un punto a favor de su plan dictatorial conducido desde La Habana, matriz de todos los procesos autoritarios disfrazados de causas populares. La MUD no pudo parar la farsa constituyente, a pesar de tener a miles de personas en las calles por más de 150 días. ¿Por qué? Esta es la pregunta que obligadamente deben responder los líderes de la MUD. Dado que hacia allá vamos, también los bolivianos debemos ensayar algunas hipótesis para aprender y no meter la pata. El proceso venezolano lo sigo de lejos pero al mismo tiempo muy de cerca por las lecturas, redes y massmedia. Me atrevo a ensayar una hipótesis desde la lejanía: la MUD es una oposición errática y sin norte compartido. Creer que el chavismo será derrotado con votos es una utopía gandhiana, muy buena para la India inglesa, pero no para la Venecuba actual. No parecen concebir que de lo que se trata es de cambiar de régimen y de sistema, y no de Gobierno y Presidente. Pasó igual que con las primaveras árabes supieron sacar la gente a la calle, pero no supieron construir un solo liderazgo, mística, sueño, poder. Cada miembro de la MUD lleva agua a su molino. Son suma de egos y no de una causa. Una muestra: el 30 de julio reciben un palazo del dictador y el 3 de agosto dentro de la MUD se arma un tremendo debate sobre si deben o no ir a las supuestas elecciones regionales de diciembre, que dizque convocará el régimen venecubano. Desubicatex total que los desnuda. Finalmente, creer que la miseria genera cambios y revoluciones es una falacia. Así lo demuestran el caso actual venezolano, sirio y norcoreano, donde la indigencia es, más bien, el caldo de cultivo para la manipulación y la opresión. La miseria es también un arma para que las tiranías metan miedo, provoquen la huida y refuercen el síndrome de Estocolmo: mostrarte comprensivo y benevolente con tu verdugo.

¿Cómo estamos por casa? La reciente abrogación de la ley de intangibilidad del Tipnis y su reemplazo por la Ley 266 de “desarrollo integral” es un sopapo tamaño baño para los que estuvimos de forma directa e indirecta en la gran victoria de septiembre del 2011, cuando indígenas y no indígenas doblegamos al régimen con el poder de la marcha, la razón y el corazón. Los que el 2011 nos unimos tras la causa éramos tan disímiles como las pampas andinas y orientales. Unidos, pero cada uno con su propia agenda, a ver quién más capo que el otro.