Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 12:33

Una ley que nos biciviliza

Una ley que nos biciviliza
Se ha suscrito, finalmente, la Ley de la Bicicleta en Cochabamba. No debería ser un motivo de alegría, sino la lógica consecuencia de una ciudad (y una sociedad) que está en crisis ambiental y de transporte. Esta es una buena medida y la aplaudimos. Expongo algunos puntos de vista sobre la ley.

Lo primero: ¿qué acciones se tomarán con los sindicatos de transporte? Más allá de las buenas intenciones, hay que “socializar” (como dicen los compañeros) una premisa fundamental de esta ley: que un ciclista tiene el mismo derecho de usar la calle que un automóvil. Por lo tanto, hay que ver cómo convertir la calle en un espacio de convivencia y no de competencia. Ahí radica el desafío para la Alcaldía, en convertir en aliados, no a los ciclistas, sino a los transportistas, para que faciliten y vuelvan más amigable la idea de ir a tu trabajo o universidad en bici. Queda claro que las ciclovías son solo una medida paliativa y que, en el fondo, los ciclocarriles son la solución. El día que vayas a tu trabajo en bici habremos dado un gran paso.

Lo segundo: no hay que descuidar las grandes posibilidades tecnológicas. Por ejemplo, se podrían efectuar concursos de desarrollo de aplicaciones que promuevan el uso de la bici. Recuerdo que unos estudiantes programaron hace años (y en otra ciudad) un mapa que incluía todos los talleres ciclistas, además de la ruta de las ciclovías, y también los lugares que permiten o tienen parqueo de bicis. Esperamos que la acogida a esta ley sea buena por las empresas privadas y sobre todo públicas que, “por políticas internas”, no permiten el ingreso de bicis. Por lo mismo, la buena actitud de las instituciones puede ser un factor tecnológico interesante. Hace tiempo vi una aplicación llamada Biko, que contabiliza la cantidad de kilómetros recorridos en bici. A modo de bono, la empresa le paga al empleado por dicho recorrido, para promover esta práctica.

Lo tercero: no hay que perder de vista el objetivo de mejorar el sistema de transporte. Un concepto innovador, y que no necesariamente viene de la mano de la bici, es el “car pooling” o la posibilidad de compartir el auto. Consiste en la idea de que muchas personas viajan solas o con espacios vacíos dentro de sus autos, que bien pueden ser utilizados por terceros, por personas que viven en la misma ruta y que pueden compartir los gastos de combustible. Cuánto mejor si una app interconecta a los interesados por zonas y horarios.

Esta ley es el primero paso. Ahora te toca a ti dar el siguiente y salir a pedalear.