Una necropsia practicada ayer a los restos mortales de la universitaria Joselyn Paola Aquino Rodríguez generó más dudas acerca de la veracidad del primer resultado de la autopsia efectuada, el 28 de junio, por un médico forense de la Fiscalía de Cochabamba.

La necropsia de ayer confirmó que el cuerpo de la joven tenía otras lesiones de violencia que ni siquiera fueron descritas en el primer examen, lo que permitiría afirmar que Joselyn no se suicidó, sino que pudo ser víctima de un feminicidio.

Joselyn tenía 21 años, estudiaba Odontología en Udabol y vivía junto a Jossmar Junior L.C., de la misma edad, en Bella Vista, Sacaba. Ambos tenían un hijo de dos años. Los padres de Joselyn se habían separado y uno vivía en Estados Unidos y el otro en Chile, pero mantenían una comunicación constante con su hija.

La madre de la joven asegura que su hija le había contado que Jossmar había cambiado mucho y que en una charla dio por terminada su relación. “Le dijo que ella podía seguir viviendo en su casa con su hijo y que podían ser amigos con derecho, pero que no le reclame nada si llegaba tarde o no llegaba. Pese a esa decepción, estaba ilusionada con su carrera y me comentó que estaba estudiando para un examen que debía dar el jueves 29 de junio”, contó la madre.

El 27 de junio, según las declaraciones de Jossmar y su padre, Joselyn se había quitado la vida ahorcándose con el cordón de su zapato de un catre. Dijeron que la habían descolgado para reanimarla. La autopsia, practicada por el forense Edwin Rojas, confirmó que murió ahorcada y que no habían otras lesiones.

Sin embargo, los progenitores de la universitaria pidieron un examen forense particular y el profesional no solo halló lesiones en ocho partes del cuerpo, sino que descubrió que Joselyn tenía un embarazo de un mes. La madre de la joven sospecha que cuando su hija le comunicó a Jossmar de su embarazo, él se enojó porque había terminado esa relación.

“En el cuarto donde la hallaron muerta había una pastilla abortiva. Creo que querían obligar a abortar a mi hija y ella se negó. Por eso me la mataron”. En la necropsia de ayer, una junta de cuatro profesionales confirmó que habían lesiones en el cuerpo de Joselyn y surgió la hipótesis de que la joven pudo ser dopada y luego ahorcada, porque no tiene los signos naturales de supervivencia y de defensa.

Empero, el médico forense que hizo la autopsia y que no detectó el embarazo de la víctima, insistió ante la Red ATB que él hizo bien su trabajo y que solo un examen histopatológico puede corroborar si las lesiones detectadas fueron causadas antes o después de la muerte de la joven. Mientras tanto, Jossmar L.C. permanece detenido preventivamente en el penal de El Abra, imputado por el delito de feminicidio. El colectivo Mujeres de Fuego exigió el esclarecimiento del caso y justicia.