Una adolescente de 16 años fue enviada ayer a un centro de infractores, tras una sospecha de que pudo cometer el delito de infanticidio contra su hija de 11 meses. Sin embargo, la autopsia confirmó que la bebé se ahogó accidentalmente. El caso ocurrió en Marquina, Quillacollo. La adolescente declaró que ella vive en el municipio de Morochata, pero llegó con su niña a Marquina para visitar a su hermano. Según ella, el miércoles 2 de agosto, quiso aprovechar el sol de mediodía para bañar a su bebé. Mientras lo hacía, asegura que dejó por unos minutos a la criatura sentada en la bañera y cuando retornó la halló sumergida y sin moverse. Con sus familiares la llevaron a un centro de salud, donde les confirmaron que ya estaba muerta. La Defensoría de la Niñez y la Adolescencia se hizo cargo del caso a las 21:00 horas, a llamado de los parientes de la menor.

La directora de Igualdad de Oportunidades de la Alcaldía de Quillacollo, Aracely Mamani, dijo que esperan los resultados de la autopsia y otras pesquisas para verificar si fue un infanticidio o una muerte por negligencia e inmadurez, pues la edad de la madre es un indicio de que dio a luz a los 15 y pudo quedar embarazada a los 14.