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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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¿Estamos bien informados sobre Venezuela?

¿Estamos bien informados sobre Venezuela?
“No digo nada sobre Venezuela porque no sé ni entiendo qué pasa en Venezuela. Decir algo me parece irresponsable. Ya dije”, señaló ayer un reflexivo periodista e internauta en su cuenta de redes sociales. Pareciera una paradoja viniendo el mensaje, en plena avalancha informativa además, de alguien relacionado a los medios, pero en realidad no lo es. Porque, a estas alturas, bien cabe preguntarnos qué tanto sabemos sobre la realidad de lo que sucede en el país latinoamericano.

Los medios de comunicación suelen estar entre las primeras víctimas de las crisis políticas y sociales, pues, como cualquier estructura jerarquizada y sujeta a intereses varios, reciben presiones de los bandos en conflicto, lo que va en detrimento de lo que ofrecen al público. Y el caso venezolano no solo no es la excepción, sino que expuso y expone la poco honesta tendencia de muchos diarios, canales y radios.

Un interesante ejercicio para darse cuenta de esto último es, por ejemplo, monitorear los canales de cable que corresponden a CNN en Español y Telesur. La tarde del domingo, el primer medio, fundado en 1980 por el empresario Ted Turner en Estados Unidos, emitió un programa “periodístico” llamado Fuentes Confiables y conducido por Fernando del Rincón. En tal espacio, que se abocó al “análisis” de la crisis venezolana, presentador e invitados, en teoría todos reporteros, no escatimaron palabras para lanzar abiertos llamados a la violencia y a la muerte en el país del presidente Nicolás Maduro. En el tono ya no de profesionales de la comunicación, sino de activistas del enfrentamiento, todos coincidieron en lo “necesario” de “continuar la lucha” contra el Gobierno.

A la misma hora, otros y opuestos “analistas” desfilaban por Telesur, la cadena multiestatal con sede en Caracas, fundada en 2005 por el entonces jefe de Estado Hugo Chávez, precisamente para hacer frente, mediante contenidos producidos en la región, a CNN. Acá el panorama era harto diferente. Quienes tomaban el micrófono no solo desconocían la violencia surgida ese día en elección constituyente, sino que daban por “correcto” y “victorioso” el proceso impulsado por el Ejecutivo. Lo hacían, además, olvidando tomar distancia, con constantes y comprometidos llamados a que la gente vote y con ello “consolide una salida pacífica” al conflicto que ya dura más de cuatro meses y que ha enlutado a más de 120 familias.

El contraste fue aun mayor a la hora de presentar los resultados. Desde EEUU, CNN hizo hincapié en todas las víctimas de los enfrentamientos, en que “nueve países anunciaron que desconocerán” la consulta, en los incidentes del sufragio. Desde Venezuela, en cambio, se alabó la “amplia participación” ciudadana, se omitieron los aspectos luctuosos y se congratulaba el “éxito” del proceso.

Y la polarización afectó incluso a medios noticiosos “serios”, como la por lo general rigurosa agencia EFE. Una investigación simple bien podría comprobar el desbalance de los cables sobre el referendo opositor llevado a cabo una semana antes en relación a la elección de constituyentes. En un caso se dieron por ciertos hechos (como la participación de electores) que en el otro fueron seriamente cuestionados.

Así las cosas, pareciera que para estar bien informado el público debe, ante todo, primero desconfiar y tomar lo que publican los medios apenas como un referente para formarse un criterio propio. Una tercera salida, la de estar al tanto de los hechos vía redes sociales, parece ser incluso menos aconsejable. En teoría, actualmente las comunicaciones se han democratizado gracias a internet, pero no es poca la información falsa que ahí circula y que solo tiene como fin el apoyo a políticos con intereses sectarios, de uno y otro bando.