Con resguardo policial y las torres con vigilantes, entre las mallas y las altas paredes de la cárcel, se realizó una procesión con la imagen peregrina de la Virgen de Urcupiña, al interior del recinto penitenciario de El Abra.

El penal de máxima seguridad de Cochabamba abrió ayer sus puertas para que la imagen mariana ingrese. Por su condición de privados de libertad, los feligreses que están recluidos no podrían participar de la festividad. El arzobispo de Cochabamba, Óscar Aparicio, dijo que la Virgen acudió a los lugares de donde la gente no puede salir.

Urcupiña llegó por primera vez hasta esta cárcel y luego fue acogida en la Comunidad Terapéutica Puntiti. Un día antes visitó los barrios del sur. El párroco de San Ildefonso Santuario de la Virgen, Víctor Benavente, informó que ahora se abocarán a las actividades en Quillacollo.

En El Abra, una comisión de reclusos identificados con ropa blanca hizo la recepción. Varios se acercaron para trasladar la imagen en hombros. Otros se pusieron delante para guiar el paso con incienso en manos. Por el camino de tierra, rociado con agua para evitar el polvo, se hizo el recorrido al interior de la cárcel, con un fondo de música de la banda de la Alcaldía sacabeña. Los responsables de Régimen Penitenciario y de la Pastoral Penitenciaria acompañaron echando pétalos de flores y los policías uniformados hicieron guardia.

“¡Solo los internos!”. Una voz de mando instruyó que primero entren los reos a la parte central del recinto, junto a la imagen. Otros visitantes recibieron un sello en el brazo para el control antes de acceder al área.

Hubo cánticos, oraciones y una celebración religiosa en la capilla católica.

LIBERTAD Uno de los pedidos comunes entre los creyentes de la Virgen fue el de “libertad”, además de justicia y salud.

Uno de los internos, Óscar Rodríguez, expresó: “Pedimos la libertad y que la esperanza no muera para nadie. Tenemos fe en eso”.

Varios tenían rosarios en el cuello y los abrazos de paz fueron efusivos. Hicieron una fila para, uno a uno, acercarse a Urcupiña.

A la salida de la imagen, las decenas de visitas que no pudieron ingresar al penal se despidieron siguiendo por varios metros al carro en el que fue trasladada hacia Puntiti.

EN PUNTITI “Nosotros, los niños, no hablamos, pero te miramos”. El letrero, expuesto en el altar preparado para Urcupiña en el centro de Puntiti. mostró la imposibilidad de que los pequeños, que tienen discapacidad, puedan hacer oraciones y mucho menos asistir hasta el santuario en Quillacollo.

El párroco Benavente dijo que “fue el día más feliz de la peregrinación” porque se trata de los niños. “Esto era lo que buscaba nuestra madre, a los invisibles, a quienes a veces no se toma en cuenta”.

Los vecinos expresaron emoción, hasta las lágrimas. Se oyeron cohetillos y hubo flores y globos.

Para el retorno a su tierra, la banda de la Alcaldía de Quillacollo fue hasta Puntiti para acompañar la vuelta de la denominada Patrona de la Integración hasta su santuario.

Las visitas

La imagen llegó a barrios del sur de la ciudad, el centro, El Abra y un centro de niños. Ahora permanecerá en Quillacollo.

Apuntes

Sin fiestas

Los internos de El Abra celebraban, hasta hace tres años, la festividad de Urcupiña, incluso con una entrada folclórica.

En la actualidad, ya no ocurre, debido a que en 2014, en fechas del festejo, en el recinto se registró una matanza.

Ayer, algunos internos dijeron que por ese “problema” ya no hay fiestas y solo se conmemora la fecha en honor a la Virgen.

Por el pasillo angosto

Para la salida de la imagen, ayer, ya no se abrieron las puertas grandes. Los reclusos trasladaron a Urcupiña hasta una puerta angosta. Las policías a cargo de la imagen tuvieron algunas dificultades para salir con la “peregrina” cuyo resplandor chocó un par de veces en los umbrales de los cercos enmallados.

De Sacaba y Quillacollo

Las bandas municipales de Sacaba y Quillacollo acompañaron ayer a la Virgen. Los músicos sacabeños estuvieron en el penal de El Abra. los quillacolleños llegaron hasta Puntiti para el retorno a su municipio, donde está el santuario de Urcupiña.

Católicos

De los 768 internos en El Abra, el 60 por ciento , seis de cada 10, es católico. Los creyentes participaron ayer de una celebración religiosa en la capilla construida al interior del penal.

Plaqueta y mensaje

Los internos de El Abra ofrecieron una plaqueta y el mensaje decía: “Mamita de Urcupiña, derrama tu abundante amor en El Abra. Tus hijos lloran por tu ausencia. No te olvides nunca de nosotros”.

Las familias

La mayoría de las familias de los 60 niños que hay en el centro de Puntiti estuvo presente para recibir bendiciones ayer, durante la visita de la imagen mariana.