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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Copa, el cambio de la pelota por la pista y un celu “lleno” de Van Niekerk

El velocista, de 21 años, pasó de los Pluris a los Bolivarianos. Tiene la “risa fácil” y desde 2014 descubrió que le apasiona el atletismo. Guarda decenas de videos en los que aparece el sudafricano, su “&i
Copa, el cambio de la pelota por la pista y un celu “lleno” de Van Niekerk



A la primera de cambio, así, bien de entrada, uno le “saca la ficha” y entiende que se trata de alguien que tiene la carcajada casi siempre en la boca. La primera fotografía es clara: su sentido del humor manda.

El velocista boliviano Fernando Copa, de 21 años, es un muchacho de “risa fácil”. De la vida aprendió que no hay que rendirse y que es bueno ver el lado positivo de las cosas. Mucho más ahora, cuando el presente mismo se encarga de esbozarle una sonrisa gigante con la leyenda: “Estás en los Juegos Bolivarianos. Felicidades”.

La emoción que dice sentir no es gratuita. Es por eso que, ahora más que nunca, sostiene su celular con ambas manos y se limita a ver los videos que ha descargado durante los últimos meses en que ha estado en China, donde se encuentra becado. Y sí. Hay un denominador en común en ellos: todos son de la misma persona, el sudafricano Wayde van Niekerk, campeón olímpico en los 400 metros lisos.

“¡Uh! Tengo hartísimos videos de él. Mi celu es de cosas de él nomás y de Usain Bolt, que también es un crack. Los veo tanto que a veces me aburro, pero sigo mirando”.

No lo esconde. No tiene la necesidad de “dibujar” algo que considera parte de su vida. Su admiración por el atleta nacido en Ciudad del Cabo es inmensa. De ahí que se concentre en observar sus movimientos y sus partidas, de ahí que también quiera ser tan grande como su ídolo, pues Fernando cuenta los días para debutar en la historia de los Bolivarianos, precisamente, en los 400 metros. Nada es casual.

El 70 por ciento de los videos es del sudafricano, el 20 por ciento le corresponde al jamaiquino y el 10 por ciento restante es exclusivamente de sus propias apariciones, de aquellas en las que ganó metales máximos.

“A la hora de competir veo los videos de las veces que gané oro. Les pongo musiquita, los edito”.

En 2013, cuando se desarrollaban los Juegos de Trujillo, en Perú, el cruceño no se había acercado aún a una pista atlética. Es más, su universo deportivo comenzaba y encontraba su frontera en el futsal y el fútbol. Jugaba en su barrio. Solo un año más tarde, el velocista conoció el atletismo. Fue entonces cuando decidió dejar a un lado el balompié.

Los Plurinacionales fueron el trampolín necesario para que pudiera desvelar lo que yacía oculto en su esencia. Cuando obtuvo su primera medalla de oro en dicha cita resolvió dar el giro. Sus aptitudes eran incontestables y él las “oyó”.

Desde 2014 no soltó la pista. Y su padre es a quien aún le brillan los ojos cuando contempla la idea de que su hijo, algún día, fichará para un club de fútbol y regresará a lo que considera que es su esencia, aquello que lo inició en el deporte.

El jefe de la familia Copa, de vez en cuando, le pregunta a Nano hasta cuándo le durará el gusto por el atletismo. La contestación es la misma casi siempre: “Intenta, me dice. Todos los años le respondo al año. Mejoro mi marca, por eso no dejo este deporte. Igual, algún día le daré el gusto a mi papá de probarme en el fútbol”.

Es la asignatura en carpeta, la que quiere desempolvar pronto, pero claro, no sin antes inscribir su nombre en unos Juegos Olímpicos en los 200 y los 400 metros, sus especialidades.

Su registro en los 400 metros, prueba en la que competirá en Santa Marta, Colombia, es de 48 segundos con 48 centésimas. La mejor de Bolivia.

¿Otra de sus debilidades? El Real Madrid, razón por la que no dudaría en resignar una salida con su novia, en caso de tenerla. “El madridismo es universal. Es Champions. Ver al Real es dejar a la corteja a un lado y solamente mirar el partido”.

P: Falta muy poco para tu debut en los Juegos ¿Nervios o serenidad?

R: Estoy muy emocionado. Quiero representar al país y sacar una medalla, si es posible.

P: ¿Cómo le sacaste provecho a esta beca?

R: Me ayudó mucho el entrenamiento en doble turno. Aquí se trata de entrenar y dormir. Eso ayuda harto. Estamos con todo para los Juegos.

P: ¿Qué es eso de estar con todo?

R: Aspiro a un bronce, por lo menos. Quiero entrar al podio y si no es mucho pedir, un oro. Soy nuevo. Los Bolivarianos son cada cuatro años y empecé el atletismo en 2014.

P: ¿Qué hacías mientras se desarrollaban los Juegos de Trujillo?

R: Jugaba futsal en mi barrio. Un día, fui a entrenar al estadio y me gustó el atletismo. Dejé un poco la pelota, pero me encanta el fútbol. En 2014, justo mi profesora me metió a los Pluris y salí con un oro.

P: Los Pluris te abrieron las puertas...

R: Sí. El 2015 igual fue mi año porque era Juvenil. Ahora, en Mayores, es más complicado. Llegué a un Sudamericano.

P: ¿Has estado alguna vez en Colombia?

R: Nunca. Solo fui a Perú, Ecuador y Canadá. En este último país hice 400 metros ¡Parecía un Mundial!

P: ¿Quién es tu exponente en los 400?

R: ¡Uh! El recordista pues, Wayde van Niekerk. Es un crack, hizo una marca imbatible de más de 15 años.

P: ¿Lo sigues mucho?

R: Mi celu es de cosas de él nomás y de Usain Bolt, que también es un crack. Los veo tanto que a veces me aburro, pero sigo mirando. A la hora de competir observo los videos de las veces que gané oro. Les pongo musiquita, los edito.

P: ¿Piensas también dedicarte a la pelota más adelante?

R: Mi papá es el que insiste. Intenta, me dice. Todos los años le respondo al año. Mejoro mi marca, por eso no dejo este deporte. Igual, algún día le daré el gusto a mi padre de probarme en el fútbol.

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Especialidades tiene el cruceño: los 200 y los 400 metros. En Colombia competirá en esta última y en 4x100.