Entre los choferes que paran a media cuadra, en segundo carril y los pasajeros que hacen detener al transporte público donde les resulta más cómodo, Daniel, un gendarme municipal que controla la avenida San Martín y Honduras, no sabe cómo evitar el caos vehicular que esa situación genera.

Grita, toca el silbato y le pide a los choferes que avancen y a la gente que no se pare donde no es permitido, pero pocos le obedecen.

Para evitar esta situación, el centenar de gendarmes contratados por el municipio enseñará a los peatones a utilizar las paradas que están establecidas cada dos o tres cuadras en la ciudad.

Al día Daniel emite al menos cuatro boletas de infracción a los choferes que recogen a pasajeros de lugares que no sean paradas de transporte público, pero señala que ni las sanciones cambian la actitud de los choferes que vuelven a reincidir en la prohibición.

Actualmente, cada parada de pasajeros tiene un letrero de señalización y la calzada está pintada de color blanco en el espacio donde el transporte debe detenerse, pero allí no hay filas de pasajeros.

El director de Tráfico y Vialidad de la Alcaldía, Ever Rojas, indicó que los guardias guiarán a los usuarios a estas cuadras específicas y no permitirán que se paren en cualquier esquina.

Indicó que la mala cultura de los ciudadanos que utilizan el transporte público y de los choferes que recogen a los pasajeros en cualquier lugar para no perder sus ingresos económicos debe terminar.

Manifestó que algunas zonas de la ciudad de La Paz donde se observan filas para que el pasajero espere por el transporte público son un ejemplo que Cochabamba debe adoptar.

Adelantó que una vez que se terminen con los controles a los desdobles de líneas de transporte y la concienciación por la restricción vehícular, que actualmente están realizando los 100 gendarmes contratados, se dedicarán a guiar a los ciudadanos para que puedan subir y bajar del transporte público de una manera más ordenada.

Esto podría demorar más de un mes, pero la autoridad indicó que es necesario hacer ese trabajo para cambiar la actitud del uso del transporte público.



VARIAS INFRACCIONES Al día un conductor de transporte público puede cometer varias infracciones que van desde el estacionar en cualquier lugar para subir o bajar pasajeros, hasta parar encima del paso de cebra, indicó Rojas.

Reconoció que estas faltas se cometen en todas las zonas de la ciudad y varias veces al día por el mismo chofer.

La principal prohibición establecida en la Ordenanza Municipal 4398/2012 es la de “recoger y dejar pasajeros en lugares que no estén identificados como parada de transporte público”. Esa falta tiene una sanción de 50 bolivianos y 100 si hay una reincidencia.

La otra es “estacionar en el carril izquierdo de la vía, cuando no está expresamente permitido en doble fila”, prohibición por la que se debe pagar 50 bolivianos en primera instancia y 100, en caso de reincidencia.

Rojas indicó que hay choferes que pueden ser sancionados por las dos prohibiciones al mismo tiempo y que al día emite al menos 20 boletas por este tipo de prohibiciones.

Transportistas

aplauden la

iniciativa y la

apoyarán

El secretario ejecutivo del Sindicato del Transporte Público, José Orellana, aplaudió la determinación del municipio e indicó que su sector apoyará cualquier plan que las autoridades tengan para ordenar el servicio de recojo de pasajeros.

“Es necesario que haya un proyecto de educación vial, tanto para conductores como pasajeros, porque las paradas se deben respetar”.

Indicó que más allá de las sanciones que se emiten y del incumplimiento que hay de ambas partes en el recojo y descenso de pasajeros, se debe cuidar la integridad de los mismos, ya que el no respetar los lugares indicados para parar pone en riesgo la vida de las personas.

Reconoció que el municipio realizó algunos talleres de capacitación para los choferes, pero indicó que también es necesario educar al ciudadano para que el respeto a las paradas se cumpla en su totalidad.