El dueño y la administradora del lenocinio Deseo 66 fueron sentenciados a tres años de cárcel ayer, en un juicio abreviado al que pidieron someterse a través de sus abogados.

Los dos sentenciados, el propietario del local, Ronald Jaime Soto Pinto, y la administradora, Luzgarda Ustáriz Callao, fueron imputados por la Fiscalía por el delito de violación de precintos y otros controles tributarios que están previstos en el Código Tributario. Ambos admitieron que rompieron el precinto de clausura del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) para que el lenocinio siguiera funcionando.

De acuerdo al informe policial, a la 01:40 de la madrugada del 25 de julio, personal del SIN y policías de Inteligencia verificaron que el lenocinio Deseo 66, situado en la avenida Aroma y Sajama, estaba funcionando, pese a que había sido clausurado el 18 de julio por 12 días, de acuerdo a una Resolución Sancionatoria. El lenocinio debía permanecer cerrado hasta el 30 de julio. Los jueces condenaron al dueño y a la administradora del local al pago de una multa de 27 mil bolivianos y a tres años de cárcel. Los abogados solicitaron que sus clientes se acojan a la suspensión condicional de la pena porque la condena es mínima. Ninguno entrará a prisión.