En medio de un clima de tensión, signado por polémicos incidentes en la frontera, declaraciones políticas y demandas en curso en la Corte Internacional de Justicia, Bolivia y Chile hacen hoy lo que debieron hacer desde siempre: sentarse en la mesa de negociación. Los Gobiernos de ambos países reactivan este martes en Santa Cruz el diálogo bilateral para debatir sobre cómo proceder ante incidentes fronterizos. Lo harán seis años después del último encuentro realizado por un comité bilateral de fronteras.

Recordemos, tal como lo hace la agencia EFE, que las recientes tensiones comenzaron el 19 de marzo, con la detención de nueve funcionarios bolivianos en Chile. Tras permanecer 101 días detenidos y sufrir varios vejámenes junto a sus familiares, la Justicia chilena los sentenció por supuestos delitos cometidos durante su incursión, pero conmutó la condena por una expulsión y el pago de una multa. Nuestras autoridades siempre defendieron que los funcionarios fueron acusados injustamente, y aseguraron que combatían el contrabando cuando fueron detenidos. Dos semanas después del retorno de los nueve bolivianos, dos carabineros chilenos fueron detenidos el 7 de julio, tras haber ingresado ilegalmente en nuestro territorio. Ellos alegaron que perseguían un vehículo ilegal y cruzaron el límite sin darse cuenta, pero el presidente Evo Morales ordenó que sean devueltos a la frontera aunque podían haber sido imputados por al menos cuatro delitos.

Bolivia propondrá hoy elaborar un protocolo de actuaciones y de trabajo de comisiones para la cooperación y facilitación fronteriza. El Gobierno de Evo Morales apunta a que los incidentes fronterizos se resuelvan de forma ágil, respetando los derechos humanos, y que también se coordine la lucha contra delitos transfronterizos. La propuesta chilena apuntará a poner en marcha un acuerdo de cooperación entre la Policía Nacional de Bolivia y Carabineros que data de 2008, afirmó la directora de Fronteras y Límites, Ximena Fuentes.

La reunión se efectuará en medio de un ambiente politizado en Chile, por las venideras elecciones. En ese marco, ayer se conoció que el candidato presidencial del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez Ominami, pedirá al presidente Morales retirar la demanda marítima de la CIJ de La Haya, y proceder a una negociación bilateral directa de una salida al mar para nuestro país. "Estoy convencido de que es perfectamente posible un acuerdo distinto, (es decir) que el Presidente de Bolivia retire la demanda contra Chile ante La Haya (por el tema marítimo), y yo, como futuro presidente de Chile, me comprometo a retirar la demanda de Chile contra Bolivia en La Haya". Tal iniciativa fue ayer mismo negada por el expresidente y candidato a la reelección por Chile Vamos (derecha), Sebastián Piñera. "Como presidente de Chile, voy a defender y proteger con toda la fuerza del derecho internacional, de la historia y de los tratados firmados por Chile, nuestra soberanía, nuestro territorio y nuestro mar".

En este panorama, hacemos votos para que en la reunión de hoy primen aspectos meramente técnicos y logísticos, y no así reivindicaciones ni posturas conservadoras. Como todos los bolivianos, sin duda, consideramos justa y legítima, nuestra demanda marítima, y esperamos que esta prospere inicialmente en el tribunal internacional y luego en la mesa del diálogo. Ello no quita, sin embargo, la urgencia que tienen los pueblos de acordar el tránsito y los controles policiales en las cercanías de sus fronteras, en bien de los ciudadanos de ambas naciones, muchos de los cuales viven precisamente de los intercambios comerciales legales. El éxito de este primer acercamiento podría convertirse en un referente para la discusión de temas de mayor interés.