Reynaldo Ramírez, sentenciado a 30 años de cárcel por un feminicidio que no cometió, empezó ayer a trabajar en una dependencia regional del Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional en Santa Cruz.

Estrenó su escritorio en la sección de Servicios Integrados de Justicia Plurinacional (Sijplu), donde brindará orientación gratuita a todas las personas que soliciten su asesoramiento.

Ramírez pasó dos años y medio de su vida en la cárcel de Palmasola. El fiscal Marcelo Delgadillo lo acusó y los jueces Alberto Paz y Mery Mojica lo condenaron a la máxima pena, sin derecho a indulto, por un feminicidio que no cometió.

"Nuestro amigo Reynaldo Ramírez, injustamente encarcelado en el pasado, ya es funcionario del Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional en Santa Cruz", escribió el ministro de esta cartera, Héctor Arce, en su cuenta oficial de Twitter. El 10 de julio, Arce le ofreció trabajo a Ramírez para que supere sus traumas. Además, exigió una reparación económica para el joven y su familia.

En el Ministerio se priorizaron tres acciones para ayudar a Ramírez. La primera  fue la denuncia interpuesta contra los dos jueces y un fiscal por haber condenado a un inocente, cuando había suficiente prueba para probar su inocencia.

 La segunda fue trabajar en los medios y mecanismos para que pueda reinsertarse a la sociedad.

La tercera fue pedir una investigación a la Policía Nacional y al Ministerio de Gobierno sobre los presuntos abusos cometidos durante la detención de Ramírez.