Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 18:19

Turismo, cultura e identidad

Turismo, cultura e identidad
Hace un tiempo, tuve la oportunidad de acompañar a los estudiantes de la carrera de Turismo y Hotelería en uno de sus viajes de estudio. Como parte del viaje, visitamos el sitio arqueológico de Tiwanacu. Luego de la jornada, tuvimos una reunión en la que compartimos las impresiones e ideas que surgían de esta visita. En medio de la conversación, uno de los estudiantes expresó su admiración por los tiwanacotas, pues fueron capaces de construir con precisión sus templos y palacios. Otro lo secundó diciendo que era admirable saber que nuestros antepasados fueron tan ingeniosos en resolver los problemas que tuvieron en frente. Entonces, otro acotó que se sentía orgulloso de saber que nuestros antepasados eran brillantes y sabios.

Este diálogo me hizo reflexionar sobre la importancia de conocer nuestras raíces culturales y sobre cómo podemos descubrir nuestra identidad visitando aquellos lugares importantes de nuestra historia. Cuando vemos estos sitios importantes, tomamos contacto con nuestra cultura. Estos lugares nos dan pistas de quiénes fueron nuestros antepasados, de cómo afrontaron los desafíos que se les presentaron y qué nos heredaron. Un plan de viaje y una guía concisa pueden introducirnos a un recorrido a través de nuestra historia. Podemos descubrir los símbolos y sus significados de nuestra cultura. Las propuestas turísticas pueden facilitar responder la pregunta sobre quiénes somos, y ayudar a reconocer qué conforma nuestra identidad. Además, el turismo puede ser el medio que no solo facilite explorar y descubrir nuestro historia y cultura; también puede ayudar a gestionar y cuidar aquello que es importante, pues es referente simbólico de nuestra identidad. Por tanto, el turismo no solo promueve el descanso y el deleite, sino que nos introduce al encuentro con nuestra historia, identidad y cultura. Además, esta disciplina ejerce un rol noble e importante dentro de la sociedad.

Aquella noche, la puesta en común finalizó con un sentimiento de orgullo, pues descubrimos la grandeza y genialidad de aquellos primeros habitantes de Bolivia. La puesta en común nos hizo tomar conciencia del rol tan noble que tiene la carrera de Turismo en el proceso de reconocer de nuestra historia, identidad y cultura bolivianas.