Hace un año y un mes Aida Coca Apayco estaba postrada en una cama de la clínica Morales reponiéndose de un trágico accidente de tránsito en el Viaducto en el que fallecieron dos miembros de la caravana de personas con discapacidad que demandaban una renta mensual. La mujer y sus compañeros fueron embestidos por un coche conducido por una joven en estado de ebriedad. El caso aún se ventila en estrados judiciales.

Ayer, Aida lucía una impecable camisa blanca y una chaleco plomo que lleva bordado a máquina el logotipo de la Alcaldía de Cochabamba. Manejaba con destreza su silla de ruedas que es su único medio de transporte porque sus piernas no tienen movimiento.

Ahora, contará su historia para prevenir accidentes. Es una de las 50 personas que fueron subcontratadas, por la Alcaldía de Cochabamba, a través de una microempresa, para trabajar en dos actividades.

Uno de los grupos se ocupará del control vial en las calles más congestionadas de la ciudad. Tienen que vigilar que los conductores respeten los pasos de cebra y usen el cinturón de seguridad, entre otras tareas. El fin es que disminuya la cantidad de accidentes de tránsito.

El otro tiene la responsabilidad de visitar unidades educativas con el propósito de concientizar acerca de la discapacidad. Explican acerca de las precauciones que se debe tener a partir de sus vivencias. Previamente, fueron instruidos por un médico que les capacitó.

La jefa de la Unidad de Discapacidad de la Alcaldía de Cochabamba, Ninoska Luján, explicó que el objetivo es dar una fuente laboral a las personas con discapacidad. El programa lanzado ayer tiene una duración de seis meses.

Aclaró que el equipo debe estar integrado por trabajadores que tengan diferentes discapacidades, física, visual, auditiva, psíquica e intelectual.

Luján mencionó la importancia de generar espacio laboral para este sector de la población. Recordó que la normativa establece la obligatoriedad de las instituciones públicas de contar en sus planillas con el 4 por ciento de personas con discapacidad. Aseguró que en el caso de la Alcaldía se tiene 6 por ciento con ítemes.



TALLERES La Unidad de Discapacidad también organiza talleres de lenguaje de señas y el braille. Los mismos son impartidos por profesores con problemas de sordera y vista. El desarrollo tiene los objetivos de capacitar a personas con discapacidad pero también de crear cargos para el mismo grupo.

Para Luján son importantes esfuerzos, pero insuficientes por la elevada demanda de trabajo.

Las personas que buscan empleo pueden visitar la unidad y dejar su información completa y su interés de trabajar. Se abren carpetas personales donde se incluye su evaluación social y psicológica y sus potencialidades. Este ha sido un medio para canalizar su contratación en industrias, supermercados y talleres.

Luján contó que hay empresas como Hipermaxi y Coronilla que demandan de la mano de obra, también las imprentas y tornerías.

Dijo que en las instalaciones de la Estación Policial Integral (EPI) del Sur, funciona una oficina de la Unidad de Discapacidad a la que los vecinos de la zona pueden acudir.

Lamentó que no prosperó la creación de una bolsa de trabajo en coordinación con el Ministerio de Trabajo, pero aseguró que las gestiones continúan.