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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Vicente Fox y el plebiscito en Venezuela

Vicente Fox y el plebiscito en Venezuela
Samuel Moncada es el canciller de la República Bolivariana de Venezuela. El pasado domingo declaró a Vicente Fox persona no grata. No hay novedad en ello. Lo sorprendente es que los mexicanos no lo hayamos hecho antes. El Canciller añadió: "El señor Fox quiso provocar a las autoridades para armar un circo mediático que sirviera a los viles intereses que lo contrataron". ¿Acaso el expresidente mexicano no lo ha hecho así una y otra vez desde hace al menos 12 años?

¿Qué hizo ahora la chachalaca mexicana en Caracas para provocar la furia del Gobierno venezolano? Escribir un tuit en ¡inglés! en el que acusa: “Diosdado Cabello. Tú eres él que está detrás del Dictador Maduro. Tú eres el asesino, tú torturas, tus manos están llenas de sangre. Conocerás la Hall Court (sic). Prepárate. “Cabello es actualmente diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela y una de las figuras claves en la relación entre militares y políticos chavistas. Y otro más –este sí en español– en el que "explica": “@NicolasMaduro no tiene una dictadura perfecta ni blanda, está haciendo pasar a Venezuela por una dictadura violenta, torpe y descarada”.

Fox viajó a Caracas con otros exmandatarios latinoamericanos simpatizantes de la oposición venezolana, para participar como observador de la consulta organizada por quienes buscan la salida del presidente Nicolás Maduro. No hay novedad en los pleitos de Vicente Fox con la revolución bolivariana. En noviembre de 2005, siendo él Presidente, expulsó al entonces embajador Vladimir Villegas y colocó la diplomacia bilateral cerca del abismo. Fue hasta septiembre de 2007 que se nombraron nuevamente embajadores en ambos países.

La agudización del pleito se dio en el contexto de la penosa actitud del Mandatario mexicano en la cuarta Cumbre del Mar de las Américas. Haciéndole el trabajo sucio a Estados Unidos (tal como ahora se lo hace Luis Videgaray), Fox se dedicó a impulsar la iniciativa de un Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), en contra de los gobiernos de Argentina, Venezuela, Brasil, Uruguay y Paraguay. Días después, ya en Caracas, el entonces presidente Hugo Chávez denunció en cadena nacional de televisión y radio, que "el Presidente de México salió sangrando por la herida. Yo les voy a mostrar los videos de los discursos: da tristeza el entreguismo del presidente Fox. Qué triste que el Mandatario de un pueblo como el mexicano se preste a ser un cachorro del imperio", cuando México "ha sufrido durante años el atropello del imperialismo de Washington".

Los exabruptos del cachorro mexicano del imperio no son una iniciativa propia. Están absolutamente sincronizados con la política de Tlatelolco. No son ocurrentes improperios ideológicos de un panista trasnochado, sino parte de una operación más amplia que busca ocultar la estrepitosa derrota del Canciller mexicano en la última reunión de la OEA realizada en Cancún. No en balde, en distintos momentos de la campaña por la Presidencia de 2006, Vicente Fox apoyó públicamente a Enrique Peña Nieto. En 2012, llamó "a cerrar filas en torno al candidato que va a la cabeza en las preferencias electorales porque México no puede permanecer otros seis años de confrontación y jaloneo entre la clase política". El asunto alebrestó los ánimos de Acción Nacional. Tanto así que, el entonces líder panista, Gustavo Madero, declaró que el exmandatario podría ser sancionado o expulsado del partido por apoyar al candidato del PRI. No lo hicieron (...).