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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Madre: “Mi Lorena era la carta de negociación y no la protegieron”

Madre: “Mi Lorena era la carta de negociación y no la protegieron”


Rompió el silencio. La familia de Ana Lorena Tórrez Torrico, la gerente administrativa de la joyería EuroChronos que perdió la vida trágicamente durante el atraco frustrado del 13 de julio, convocó ayer a una conferencia de prensa para expresar su dolor por lo sucedido y cuestionar la labor policial.

La arquitecta Roxana Torrico, madre de Ana Lorena, cree que los delincuentes, al verse acorralados, tomaron a su hija como una carta de negociación, pero lamentó que los efectivos no conversaron. “Pudieron negociar para salvar todas esas vidas. No sé de protocolos, pero vi a los policías pasar al lado del cuerpo de mi hija, mientras ella se debatía entre la vida y la muerte, y no la auxiliaron. Veo ahí delitos de homicidio culposo y omisión de socorro”, dijo la arquitecta. En su opinión, la Policía actuó así por privilegiar el cuidado de lo material, por encima de la vida. El médico y hermano de la víctima, Eduardo Tórrez, anunció que iniciarán una investigación paralela a la de la Fiscalía, para esclarecer quién realmente le disparó a Ana Lorena, mientras era utilizada como escudo humano.

El abogado de la familia, Adhemar Suárez, acotó que mientras los estudios balísticos científicos no lo prueben, no se puede asegurar que la bala que mató a Lorena fue disparada por su captor. Para ello, contrataron al experto alemán en balística, Dirk Smith. El coronel y militar retirado Jorge Santiesteban, opinó que la misión de la Policía era rescatar a los rehenes.

Bajo reserva de identidad, un jefe policial de Cochabamba, que trabajó en grupos tácticos y que accedió a los videos de la intervención del atraco, dijo que si bien es cierto que como regla general se debe preservar la vida de inocentes, hay crisis que no derivan en un proceso de negociación por diversos factores. “Toda negociación se instala cuando la amenaza se encuentra estática, ha sido aislada y contenida, pero, sobre todo, cuando existen rehenes. En este caso, los delincuentes utilizaron escudos humanos para intentar escapar. No pretendían negociar ni exigir absolutamente nada. Usaban los escudos humanos para esconderse detrás de ellos y disparar contra los policías”. Sostuvo que una crisis con rehenes, es aquella donde se retiene a una persona contra su voluntad, con la amenaza de provocarle un daño y para forzar concesiones de las autoridades o de la misma Policía. “En este caso no hubo nada de eso, no existieron peticiones ni conversaciones. Por lo tanto, ¿qué proceso de negociación podía instalarse y en que momento?”.

El jefe policial dijo que la valoración de la amenaza dura segundos o escasos minutos y el uso de armas está justificado cuando los oficiales detectan un inminente peligro de ser heridos o muertos. “Los protocolos internacionales dicen que si las posibilidades de éxito de los policías son escasas o si los delincuentes les superan en número, se debe evitar en lo posible entrar en enfrentamiento o abrir fuego y la mejor opción puede ser incluso dejar escapar a los atracadores, siempre y cuando no lleven escudos humanos. Este no fue el caso, lamentablemente”.